Hace algunos meses, el gobierno de Filipinas reportó el extraño caso de un bebé que había nacido con una malformidad en su cráneo.
Desde entonces, varios especialistas luchan por salvar la vida del pequeño.
Se trata de Clyne Solane, un bebé de 22 meses quien nació con una condición llamada hidranencefalia, lo que significaba que tenía un cerebro pequeño y un cráneo lleno de líquido.
Todo pintaba bien en la recuperación de Clyne, pero tras una operación en el mes de marzo donde se aliviaría la presión arteríal, su cráneo colapsó en los lugares donde no se había formado su cerebro provocando deformaciones que se asemejan a cuernos de diablo.
Desde entonces, el pequeño lucha por su vida junto a diversos especialistas.
Mientras tanto, Justine Gatarin, de 21 años y madre soltera del bebé, se dice terriblemente afectada por la situación de su hijo.
No quiero continuar con esto por ahora porque temo que mi bebé aún no sea lo suficientemente fuerte”, dijo Gatarin al Daily Mail.
Es por eso que me cuesta mucho tomar una decisión. Si no lo hacemos, su cabeza se verá así por el resto de su vida”.
Algunas personas dicen que su cabeza se parece a cuernos de demonio, pero para nosotros no hay duda de que es un ángel. Me rompe el corazón verlo sufrir”, agregó.
La hidranencefalia es una condición extremadamente rara que se desarrolla durante la gestación y evita que el cerebro del bebé se desarrolle por completo y también hace que su cabeza crezca a un tamaño más grande.
Pese a que no se saben las causas de esta condición, la Organización Nacional de Trastornos Raros refiere que su causa puede ser hereditaria.
Fuente: Excélsior
Source: Crealo