Querétaro y Tigres no logran hacerse daño; reparten puntos, pero se acercan a la Liguilla

Tigres y Querétaro le quedaron mal a sus aficionados y en un partido sin emociones, terminaron con un 0-0 que prácticamente los pone con un pie y medio en la Liguilla.

En lo que parecía ya era un juego de Liguilla, ambos empatados con 27 puntos, los Gallos Blancos con más goles anotados llegaban cuartos en la tabla y los felinos eran quinto, por lo que con la igualada ambos llegaron a 28 unidades.
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Alentados por unos siete mil Incomparables en la tribuna de La Corregidora, los campeones buscaban un triunfo que les diera matemáticamente la clasificación a la Liguilla por undécimo torneo consecutivo.

Querétaro arrancó más incisivo en los primeros minutos, sin crear mucho peligro, pero con mayor intensidad que unos Tigres que no hilaban jugadas que inquietarán al arquero Alcalá.

A los 19 minutos Eduardo Vargas se lesionó de un tirón en la pierna derecha y tuvo que abandonar el juego siendo reemplazado por Lucas Zelarayán unos minutos más tarde.

La escuadra regia no se encontraba en la cancha, cambiaba el parado, pero no elaboraba futbol y no tiraba a gol. Hasta un tiro libre de Zelarayán al 36’.Querétaro tuvo una descolgada con Ake Loba y después de Fabián Castillo que estuvo cerca del gol al 40’.

Lo mejor de los regios llegó en las postrimerías del primer tiempo insistiendo en tiros de esquina, pero nada más.Para el complemento, aumentó la intensidad de ambos equipos.

Querétaro apretando la salida y Tigres intentando pases profundos y al 54’ Luis Quiñones sacó el primer tiro a gol en jugada.

Al 64’, Gil Alcalá salvó su portería tras un tiro de media distancia de Jesús Dueñas que envió al tiro de esquina y después detuvo un cabezazo de Gignac tras el cobro.

Mientras el gol no llegaba en el partido, en la tribuna el ambiente era sensacional, los siete mil felinos y los hinchas queretanos hacían que un 0-0 sin muchas emociones pareciera que era un juegazo.

Los felinos poco a poco eran mejores y con disparos de Dueñas y Quiñones seguían tocando la puerta, mientras los Gallos Blancos buscaban contrarrestar con la velocidad de Jeison Lucumí.

Al final, no hubo más acciones de peligro, los aficionados se quedaron con las ganas de ver ganar a sus equipos y tuvieron que conformarse con un desabrido empate sin goles.

Fuente: Vanguardia


Source: Deportes