Irreversible-Consejo corralista-Justicia electoral-Weekend campañero

CONFORME AVANZAN LOS días y la ventaja en las encuestas que tiene el candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, parece irreversible, la guerra sucia y los golpeteos se han ido recrudeciendo, tan es así que esta semana se duplicaron los señalamientos en torno a las llamadas que sus opositores, ya sean del PRI o del PAN o quién sabe de dónde vengan, han detonado en millones de teléfonos en todo el país y por supuesto Chihuahua no es la excepción, por lo que ya el tabasqueño exigió al INE que se ponga a investigar, además de que le pidió a su gente en las 32 entidades del país que también estén pendientes y redoblen esfuerzos para mitigar el efecto, por lo que aquí, el líder estatal de Morena, Martín Chaparro, deberá reunir a sus huestes para irles planteando la estrategia.

Y es que las llamadas, que por cierto le achacan al panista convertido en priista, Javier Lozano, tienen como objetivo amedrentar al elector, pues si contesta que su voto va para Andrés Manuel López Obrador, inicia una perorata que recuerda a la campaña del miedo que se utilizó en el 2006, cuando al nacido en Macuspana no lo bajaban de ser un peligro para México, y aunque sea cierto o no, el hecho es que la jugada de sus adversarios sí puede influir directamente en las preferencias electorales, a poco más de tres semanas de que se lleven a cabo las elecciones del 1 de julio. Así que, por lo pronto, los morenos, petistas y los del PES deberán ponerse a chambear para “limpiar” el nombre de su candidato y puntero en las encuestas.

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PRECISAMENTE PORQUE EL tiempo se agota y Ricardo Anaya, candidato presidencial del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, todavía ve lejos a su contrincante de Morena, Andrés Manuel López Obrador, es que el rubio queretano le tomó la palabra a su ahora amigo del alma, el gobernador Javier Corral, y es por ello que ha comenzado a repetir una y otra vez ese mentado pacto entre el tabasqueño y el presidente de México, Enrique Peña Nieto, un presunto arreglo que le abriría las puertas a AMLO a Palacio Nacional, con tal de que no investigue al Presi Gavioto desde el momento que tome protesta como su sucesor.

Pues así como acá le funcionó a Corral su promesa, todavía incumplida por cierto, de encarcelar a César Duarte y combatir la corrupción, tal parece que Anaya iría por el mismo camino en contra de Peña Nieto, además de que le apuesta que mezclar la gimnasia con la magnesia, AMLO y EPN, le puede pegar a la imagen de López Obrador, quien de plano luce imparable en las preferencias electorales.

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BAJO EL MISMO tenor de las campañas y la necesidad del gobernador Javier Corral de impulsar a su gallito azul, Ricardo Anaya Cortés, los malosos nos comentan que el mandatario sólo está esperando el momento adecuado para lanzar otras tantas órdenes de tacos en contra de exfuncionarios priistas vinculados con César Duarte, sin embargo, con eso de que pretende que el fuego no se agote para el día de la elección, es que está esperando el “timing” correcto y que las carnadas funcionen para otra cosa y no nada más para pararse el cuello.


Source: Columna