NO ES QUE él no quisiera, pues desde hace meses le hacía ojitos y coqueteaba con la idea, sin embargo, no contaba con que Ricardo Anaya, ya ex líder nacional del PAN, de nueva cuenta superaría a su maestro y actual jefe de Gabinete estatal, Gustavo Madero, para así quedarse con la candidatura presidencial del Frente Ciudadano por México. Nos referimos al gobernador Javier Corral, quien suspiró y suspiró para que el rubio queretano continuara en caída libre entre tanto golpeteo mediático, el cual por el momento dejó atrás y ayer mismo, Anaya Cortés anunció que sí irá en busca de la Presidencia de la República como abanderado azul, del PRD y de MC.
Y es que ni Gustavo Madero Muñoz, el otrora padre político del ex dirigente nacional del PAN, pudo bajar de su nube al discípulo que lo superó con creces, ni tampoco quitarle las espinas del camino a su ahora jefe, al menos en el papel, para que fuera él el candidato de “unidad” entre los tres partidos y la supuesta ciudadanía, es decir, fracasó en su afán de cumplirle el capricho al gobernador de candidatearse hacia Los Pinos, a pesar de apenas tener poco más de un año en la gubernatura de Chihuahua, año en el que sólo se ha dedicado a perseguir a sus enemigos y a quejarse de la falta de billetes.
Precisamente esas quejas como mandatario estatal y las pedradas al gobierno federal desde sus redes sociales, además de con sus acciones, cavaron aún más el hoyo que ya de plano existía entre la federación a cargo del presidente Enrique Peña Nieto y el Estado a su cargo, pues mientras en entrevistas, el góber lloraba amargamente estar dejado de la mano del Preciso, detrás de cámaras le tiraba con todo a él y al delfín para sucederlo, Pepe Meade, hasta hace muy poco secretario de Hacienda y Crédito Público, es decir, encargado de los dineros, cuestión que al parecer a Corral no le importó, ya que su visión a futuro no era Chihuahua, sino su sueño de ser presidente de México.
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ASÍ QUE MIENTRAS en Palacio de Gobierno andan ocupados en el 2018, tanto a nivel federal y local, que a los ciudadanos se los cargue la nieve y el payaso, y eso quedó demostrado tras la intensa nevada del jueves y madrugada del viernes, pues simple y sencillamente, la Coordinación Estatal de Protección Civil no contaba con un plan de contingencia y mucho menos ideas para sofocar el caos que la cristalización dejó en las calles, en donde decenas de choques se registraron, y es que todo explotó con el despido de Virgilio Cepeda, quien durante años fungió como el encargado del área y le sabía al tema a diestra y siniestra, pero así, tal como sucedió en mayo y en junio con la falta de agua potable, también por la decisión del Nuevo Amanecer de correr a los ingenieros que le sabían de años al tandeo, esa necedad de sentirse insuperables, ya ocasionó que con la llegada del verano y el invierno, la soberbia y la inexperiencia del gobierno estatal hagan pagar a los ciudadanos.
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YA HABÍAN INTENTADO por todos los medios habidos y por haber, desterrar a los dos magistrados con mayor tufo duartista y que hasta el sábado temprano todavía despachaban en el Tribunal Superior de Justicia, sin embargo, los yerros del pasado alcanzaron a Gabriel Sepúlveda y a Jorge Ramírez, y los alcanzaron porque la actual administración de la Ciudad Judicial no los perdonaría, ni Julio César Jiménez Castro, presidente del TSJ, ni tampoco Lucha Castro, consejera de la Judicatura Estatal, quienes desde el año pasado traían de cargo a los otrora protegidos del gobernador César Duarte. Así que como en la actualidad la justicia no mide con la misma vara, a los dos ex diputados priistas y actuales magistrados suspendidos, los castigaron por el presunto desvío de casi 7 millones de pesos, y aunque es corrupción lo que hicieron, también los contratos de licitación directa y demás linduras que ha cometido el secretario de Salud, Ernesto Ávila, lo son, pero así como ocurrió en el sexenio pasado, en donde la justicia fue manipulada, lo mismo sucede en el Nuevo Amanecer, meras venganzas políticas y no actos justicieros.
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POR CIERTO QUE ya entrada la noche de ayer domingo, uno de los magistrados suspendidos del Tribunal Superior de Justicia, Gabriel Sepúlveda, se dispuso a enviar su posicionamiento a la redacción de Entre Líneas, en la cual sostiene, de entrada, que el pleno del Poder Judicial le negó el derecho de audiencia para defenderse de las acusaciones que se le hicieron y que sirvieron como base para sacarlo de su Sala al igual que a Jorge Ramírez.
Pero va más allá en sus expresiones, al sostener que él no participó de manera alguna en la elaboración de los dos proyectos y sus respectivas licitaciones que fuero motivos para que, primero, la Fiscalía lo investigue y ahora el Tribunal Superior de Justicia lo suspenda.
Argumenta, Sepúlveda Reyes, que él tenía apenas tres días de Magistrado Presidente cuando se dieron las licitaciones, motivo por el cual cuando se realizaron los dichosos proyectos y sus respectivas cotizaciones, ni siquiera era titular de ese Poder. Todo, resume Sepúlveda, fue un procedimiento en el que no participó y respecto de las licitaciones responsabiliza al cien por ciento a la Secretaría de Hacienda. Así las cosas y hoy continuará la historia para unos y la histeria para otros.
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SI OTRA COSA no sucede y si su máximo líder nacional, Andrés Manuel López Obrador, así lo dispone, a más tardar hoy estarán listas las famosas encuestas que definirán a los candidatos de MORENA, sobre todo en lo que respecta a las senadurías y a las diputaciones federales, posiciones bastante disputadas por los neoizquierdosos, esos que de repente les habló el espíritu del Che Guevara, cuando durante toda su vida se guiaron bajo los preceptos de Pinochet, vaya, política es política, y más vale aparecer en las boletas y tener oportunidad, aunque sea con un disfraz de falsa izquierda.
Source: Columna