NO ES QUE sus pretensiones sean trabajar de manera ardua los dos años y medio que le quedan de administración, pero a lo que sí aspira el gobernador Javier Corral es a no irse más en picada en cuestión de popularidad, esa que ya de por sí anda por los suelos, pero que es necesario que no empeore, sino quiere entregarles en charola de plata, la gubernatura al PRI o a Morena, tan es así que ya se percató que una de las tantas patas con las que cojea el Gobierno del Estado es el rubro de la Salud, en donde el año pasado sustituyó a Ernesto Ávila por Jesús Grajeda, que aunque no salió tan uñas largas como el médico militar, su gestión al frente de la secretaría de Salud ha sido por completo inoperante, por lo que ya saltó el rumor de que se viene otro enroque en esa dependencia.
Además, todo parece indicar que la estrategia del gobernador Corral, al menos en los últimos días, ha sido no conflictuarse con las políticas erróneas del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, a quien el encono por ciertas cuestiones, especialmente la crisis que padece Ciudad Juárez por temas migratorios y pleitos con los Estados Unidos, le han desviado las críticas de un amplio sector de los chihuahuenses, los cuales han dejado descansar un poco al mandatario estatal en cuestión de reclamos por el estancamiento económico y social. Bien dicen que en la política la memoria existe poco.
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Y PORQUE LOS grillos de todos los colores saben que tienen que enfocar sus baterías para lo que pueda suceder en el 2021, los malosos aseguran que quienes aparecerán en las boletas sí o sí por parte del PAN, son los diputados federales Miguel Riggs y Mario Mata, dos cartas que el panismo pretende activar y meterlos hasta en la sopa, sin embargo, la bronca podría surgir si es que ambos están siendo seducidos por una candidatura al Senado, a sabiendas que por cuestiones de género, sólo uno tendría chance de hacerlo para buscar por tierra un escaño en la Cámara Alta.
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MÁS QUE CALLADOS anduvieron los líderes de las Secciones 8 y 42 del SNTE que operan aquí en Chihuahua, Rosy Hernández y Ever Avitia, respectivamente, pues a pesar de que se aprobó la nueva reforma educativa propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador y con ello se deroga la malquerida reforma del expresidente Enrique Peña Nieto, con la cual estaban peleados a muerte, los dirigentes sindicales no fueron para decir esta boca es mía, será que esa es la orden que cayó desde las alturas tras la visita de Elba Esther Gordillo, la maestra todopoderosa que pisó tierras chihuahuenses a mitad de semana.
Y es que los beneficios y prestaciones por las que tanto pelearon los profesores, sean del SNTE o la CNTE, han vuelto para los miles de maestros que se quejaron de ello desde el 2013, así que para no distorsionar y tampoco alimentar las versiones de que Gordillo está detrás de todo ello, el SNTE ha preferido nadar de muertito y sólo disfrutar de la devolución de sus derechos.
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LOS QUE ESTARÁN hoy en la Secretaría del Ayuntamiento son los locatarios del Mercado Popular, luego de que fueran citados por el mismísimo César Jáuregui Moreno, que si algo saber hacer es mediar ante cualquier circunstancia, así que tras el caos ocasionado por el incendio que consumió el mercado hace algunos meses, tal parece que los acuerdos están ejecutándose y por lo pronto hoy, a las 9 de la mañana, se presentará la convocatoria para elegir una nueva administración que los lleve a buen puerto.
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EN TERRENOS MUNICIPALES, ayer finalmente los regidores capitalinos dieron luz verde al proyecto de iluminar Chihuahua con el remplazo del total del alumbrado público, y ahora toca lo verdaderamente complicado para la alcaldesa Maru Campos y su equipo: pasar la prueba de ácido en el Congreso local.
Cuentan con una semana exactamente para obtener el sí de 22 de los 33 diputados. Hasta ahorita nos dicen que puede contabilizar sin problema 15. Falta socializar el argumento político con varios legisladores azules, los del PANAL, PVEM, PT y uno del PES.
El número mágico de 22 es alcanzable. No se desgastaron mucho los chicos del Ayuntamiento en insistirles a las bancadas de Morena ni del PRI, pero algunos de la chiquillada quieren vender caro el amor, tal y como dice la canción de la “qventurera“.
Para este cierre de semana el que sostendrá encuentros con algunos diputados azules renuentes al proyecto será César Jaúregui, quien a la par de Arturo García Portillo, también estarán haciendo los cálculos suficientes para atender las demandas del pliego petitorio que van a recibir, junto con la carta a Santa de la chiquillada que se rige bajo la máxima de que “el que quiere azul celeste que le cueste”.
Source: Columna