Crimen usa 5 rutas para traficar con migrantes en Chiapas

En Chiapas, desde octubre del año pasado, la cantidad de migrantes que ingresó se incrementó exponencialmente.

Según estimaciones de organismos en defensa de los derechos humanos de migrantes en Tapachula, unas 20 mil personas de Honduras, Nicaragua, El Salvador y Guatemala han entrado al país a través de caravanas, junto con tres mil cubanos y unos cinco mil más de África.

La mayoría de ellos ha seguido la ruta más popular, la del migrante, la cual los lleva caminando por la carretera Panamericana, desde el municipio de Suchiate hasta Arriaga (municipio chiapaneco que colinda con Oaxaca).

Sin embargo hay otras cuatro rutas más por donde bandas criminales trafican con migrantes: la ruta del Mar, la de las Presas, la región indígena y la zona de la selva colindante con Tabasco.

En la ruta del Mar, el crimen embarca a migrantes en las inmediaciones de Ayutla o Tecún Umán, en Guatemala, para luego dirigirse por todo el litoral mexicano a bordo de lanchas tiburoneras, especialmente de noche, e internarlos a México en el municipio de Arriaga, Chiapas, y de ahí tomar otra ruta marítima o terrestre.

La playa El Gancho es considerada como una de las principales zonas de embarque de personas indocumentadas, pues es una zona poco vigilada y es común que haya comercio informal y de personas, según informes de la Policía Municipal del Ayuntamiento de Suchiate.

En la ruta de las presas, los indocumentados entran por el municipio de Frontera Comalapa, y caminan por parte de la sierra hasta Ángel Albino Corzo, desde donde son trasladados en lanchas por la presa La Angostura; llegan a Chicoasén, posteriormente a Malpaso y por último a Peñitas, desde donde se estima que los llevan a Veracruz.

Hay una ruta, que se considera como una de las más recientes, en la región indígena. Aquí, el tráfico inicia principalmente en la Mesilla de Frontera Comalapa; quienes resultan enganchados rodearán por caminos vecinales de La Trinitaria para llegar a San Cristóbal de las Casas para de ahí recorrer la carretera libre hasta el crucero de El Escopetazo.

Desde este punto, continúan en la ruta interestatal y los comunica a Tecpatán, Chicoasén, Soyaló, Tapilula, Reforma y Pichucalco hasta llegar a Tabasco y posteriormente a Veracruz.

Es una zona donde no hay vigilancia policiaca, sólo existen policías municipales, quienes se dedican a la extorsión de los migrantes y de polleros.

Incluso los traficantes de personas son retenidos en las comunidades indígenas, especialmente en Mitzitón municipio de San Cristóbal de las Casas, para cobrarles dinero para dejarlos seguir su camino, de lo contrario son entregados a las autoridades.

La última ruta, una de las más viejas, es la de la zona del Petén, Guatemala, cuyo recorrido pasa por Marqués de Comillas, Palenque y Playas de Catazajá, en Chiapas, para después abordar un tren o La Bestia, para llegar a Tabasco y viajar a Veracruz.

Los indocumentados son transportados vía terrestre, se conoce que en esta zona operan bandas criminales de Guatemala y de México, pero no ha habido intervención de las autoridades.


Source: Mexico