Expolicía ejecutado hoy, mató por ‘error’ en 2015 a un adolescente

El expolicía municipal asesinado hoy Salvárcar, fue detenido por un homicidio en 2015, de acuerdo con datos periodísticos. Eduardo Sotelo Guerra entonces de 25 años, tripulaba la patrulla 525 en compañía de otros dos elementos, declaró ante el Ministerio Público que durante una intervención se le cayó su arma oficial de cargo y se disparó.

Este sábado, Sotelo fue ejecutado en una casa del fraccionamiento Salvárcar.

Hace tres años, frente al MP, afirmó que ignoraba que había herido a alguien y que aunque rastrearon el lugar no encontraron nada, por lo que continuaron laborando y omitieron reportar el incidente.

Aseguró que fue hasta el siguiente día cuando se enteró del deceso de Mario Alejandro Pérez Rivera, de 17 años.

La madre del menor dijo que los dos amigos de su hijo llegaron asustados la noche del miércoles a su casa y le informaron que Mario había muerto.

Según la versión de los adolescentes, ellos caminaban por las calles Federico de la Vega y Leonardo Solís Barraza cuando los agentes de la unidad 525 pasaron y les “echaron” las luces, por lo que se asustaron y salieron corriendo. En ese momento uno de los policías disparó y el menor cayó herido, mientras ellos huían del lugar.

Los adolescentes dijeron que observaron cuando los agentes se retiraron y regresaron al sitio, donde vieron a su amigo muerto.

Según datos periodísticos, la Fiscalía General del Estado (FGE) dio a conocer que tras el hallazgo del cuerpo entrevistaron a familiares y amigos de la víctima, quienes aseguraron que la agresión fue cometida por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal.

La madre del menor acudió ante el secretario de Seguridad Pública, César Omar Muñoz Morales, quien citó a los agentes preventivos ya que los testigos aportaron el número de patrulla y entrevistó a los oficiales.

El jefe policiaco ordenó que Eduardo Sotelo Guerra fuera puesto a disposición del Ministerio Público.  Los otros dos agentes fueron sancionados por los errores cometidos en la intervención policial, al no reportar el incidente.

La SSPM hizo en ese entonces pública la versión del elemento. Dijo que al estar patrullando por la calle Federico de la Vega se acercó una mujer y refirió que en un terreno baldío, que está a unos cuantos metros de ese lugar, se encontraban tres personas de aspecto cholo a quienes señaló como asaltantes.

El agente dijo que se acercó a dicho predio y al llegar varias personas empezaron a correr y al descender de la unidad oficial se le cayó el arma larga de cargo y se le accionó sin percatarse que había hecho blanco en una de las personas. Posteriormente emprendió su marcha para continuar sus labores de patrullaje, según su declaración.

Como evidencia física, el arma de cargo del agente fue sometida a una prueba de balística forense y en el peritaje se estableció que la ojiva extraída del cuerpo del menor coincidía con el arma de cargo del oficial Sotelo Guerra, un fusil de asalto del calibre .223.

 

Información de: Diario de Juárez


Source: Seguridad