Eda Marbury, una chica de 25 años residente de Missouri, Estados Unidos, se volvió famosa gracias a que es ejemplo a seguir de muchas mujeres, pues perdió 6 kilos tras dos años de practicar pole dance y superar una terrible anorexia cuando era adolescente, informó el Daily Mail.
Cuando Marbury estaba a punto de darse por vencida, dejó el gimnasio y se inscribió en clases de “tubo”, donde descubrió que es poseedora de una maravillosa flexibilidad. Y, aunque al principio se mostró temerosa, a la tercera sesión comenzó a perder peso.
La chica cuenta que todos los espejos que decoran el salón, le ayudaron a darse cuenta de la gravedad de su sobrepeso.
“Yo estaba en negación acerca de la cantidad de peso que tenía que bajar y de cómo me veía”.
Sin embargo, un video de Eda bailando en la barra fue publicado en internet e instantáneamente se hizo popular, pues alcanzó las ocho millones de reproducciones en tan sólo un par de días. Ahora, ha instalado un tubo en su casa para practicar diariamente.
Edna se prepara actualmente para un campeonato estatal de baile en tubo para el que dice estar mucho más confiada y segura de sí misma.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2014, más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 600 millones eran obesos.
Al respecto, la médico Robyn Silverman, autora de Good Girls Don’t Get Fat (Las chicas buenas no engordan), explica que un problema de salud arrastra la deshumanización y discriminación por parte de algunos sectores.
“El odio a la gordura se ha vuelto tan omnipresente que es parte de la estructura de nuestro lenguaje e interacciones”.
Según Silverman, los niños captan y absorben los mensajes explícitos e implícitos de sus padres y de los medios de comunicación y aprenden rápidamente cómo luce la persona ideal de su género. Cuando los padres están más preocupados con el peso, los niños tienden a tener las mismas preocupaciones. Pero la amplia cultura de las películas, la televisión y los estereotipos en general, “enseñan” desde una edad muy temprana, que lo gordo es malo y lo delgado es bueno.