Kevin Hand es investigador de la NASA y uno de los responsables de la próxima misión a Europa, la sexta luna de Júpiter. Es el lugar más probable donde puede encontrarse vida más allá de la Tierra, asegura. De visita en España para ofrecer una conferencia en la Fundación Ramón Areces, Hand explica en esta cómo pretende llegar al satélite y comenzar a estudiar el profundo océano que se esconde bajo el hielo. Cuando se le pregunta sobre cómo puede impactar la reciente victoria de Donald Trump en la ciencia y en los planes de exploración espacial de la NASA (una agencia gubernamental), guarda un largo silencio. “No puedo decir mucho sobre política”, acaba reconociendo.
Pregunta. Usted dice que tardaremos solo 20 años en encontrar vida en el Sistema Solar
Respuesta. Sí. Si hay vida, por ejemplo en el océano de Europa, en el de Encélado o en el de algún otro mundo del exterior del Sistema Solar, nuestra exploración robótica puede descubrirla en los próximos 20 años.
P. Actualmente hay muchas misiones proyectadas a Marte en busca de vida. También se acaba de proponer que Plutón tiene un océano. ¿Por qué cree que Europa es el lugar más adecuado para encontrar vida?
Es muy difícil encontrar un sitio donde haya agua líquida y no tenga seres vivos
R. Hay seis mundos con océanos, tal vez más. Acaba de publicarse un estudio sobre la composición y la dinámica gravitatoria de Plutón que indican que tal vez tenga un océano de agua y amoniaco. Plutón es fascinante en el sentido de que tal vez tenga agua, y tal vez también nitrógeno y carbono. Lo que le falta, pero no a Europa, es interacción entre el agua y las rocas. La vida necesita para existir agua líquida, los ladrillos básicos para la vida y alguna forma de energía. En Europa pensamos que el océano de 100 kilómetros de profundidad está en contacto con un fondo rocoso. Esto supone que puede tener características comparables a las que vemos en la Tierra, con chimeneas hidrotermales y los elementos y la energía necesarios para que se sustente vida. En Plutón no tienes mucha roca. En Ganímedes o en Calisto tienes océanos, pero probablemente están atrapados entre dos capas de hielo diferentes. Solo en Europa y Encélado pensamos que hay contacto entre agua líquida y fondo rocoso, por eso priorizo estas dos lunas para buscar un segundo origen de la vida.
P. ¿Cuáles son los planes actuales para explorara Europa?
R. Hay una misión llamada Europa Clipper que actualmente se está construyendo y que se lanzará a principios de la década de 2020. Va a orbitar Júpiter y sobrevolar Europa unas 45 veces. En cada pasada hará fotografías, analizará la composición y tendrá un radar capaz de traspasar el hielo. Nos va a dar un mapa muy completo del aspecto y la composición de la superficie. Después de esta misión, estamos estudiando otra que llegará a la superficie y analizará el hielo y otros materiales.
P. En lugares como la Antártida o el Ártico es complicado perforar el hielo hasta llegar hasta los lagos de agua líquida en busca de microbios ¿Cómo lo conseguirían hacer en una luna que está a unos 600 millones de kilómetros?
Si encontramos vida en Europa, no la traeremos a la Tierra
R. Estamos pensando en una progresión, paso a paso, para algún día alcanzar ese océano. Para llegar vamos a necesitar varias misiones. El primer paso es Clipper. La siguiente misión ya será capaz de perforar unos 10 centímetros en el hielo con un pequeño brazo robótico. Como dices, cuando vamos a sitios como la Antártida o el Ártico podemos ensayar qué tipo de mediciones necesitaríamos hacer para encontrar rastros de vida. Lo que hace difíciles algunos de esos estudios es que tenemos que llevar muchísima equipación. Si nuestra intención es probar si hay vida o no, tal vez tengamos que llevar mucho menos. De hecho, en la Tierra, la vida está por todas partes. Es muy difícil encontrar un sitio donde haya agua líquida y no tenga seres vivos.
P. ¿Qué tipo de vida extraterrestre podría existir en Europa o en otros mundos helados?
R. Las misiones que estamos estudiando están diseñadas para encontrar vida microscópica y compuestos de carbono asociados con ella. Otra de las cosas que hacen a Europa y Encélado tan interesantes es que podemos probar las hipótesis sobre el origen de la vida.
P. ¿Cuál sería el impacto de encontrar vida?
R. Probablemente no va a cambiar la forma en la que te preparas el café por la mañana o hacer tu camino al trabajo más rápido, pero potencialmente revolucionaria la biología. La física que conocemos funciona más allá de la Tierra, la geología, la física, la química, también, pero la biología… no lo sabemos.
P. Otros expertos están preparando misiones para buscar vida, incluso civilizaciones, en otras estrellas ¿Lo ve factible?
R. Creo que se puede hacer y es muy estimulante. Estaríamos limitados por los fotones que podamos obtener. Intentar buscar rastros en las atmósferas de exoplanetas, puede que veamos oxígeno, metano, ozono, cuya explicación más plausible sería la presencia de vida, pero no podríamos confirmarlo. Lo que me interesa de Europa y Encélado es que sí lo podemos hacer en tan solo unos años. Enviar una nave a Próxima Centauri, la estrella más cercana, puede hacerse, pero llevará mucho tiempo para llegar.
P. En el caso de que hubiera vida en Europa, ¿la traerían a la Tierra?
R. No. Al menos no pronto. Es muy difícil escapar a la gravedad de Júpiter y regresar a la Tierra. Así que haríamos toda la ciencia in situ.
P. ¿Cree que también hay posibilidades de encontrar vida inteligente en otras estrellas?
R. Creo que es posible que detectemos una señal extraterrestre en los próximos 20 años. Cuando miras a nuestra capacidad de detectar señales de radio y ópticas de estrellas distantes, para el año 2035 habremos examinado suficientes estrellas. Incluso en un escenario muy pesimista, en el que solo haya una civilización capaz de comunicarse por cada 10 millones de astros, podremos encontrarla en esos 20 años. Eso cambiaría por completo nuestra manera de entendernos y nuestro lugar en el Universo.
Fuente: El País