Kipchoge aseguró que esta carrera, pese a no ser oficial, era más importante que el récord que logró el año pasado en Berlín porque romper una de las fronteras míticas del deporte le permitirá entrar en la historia e inspirar a toda una generación.
El ritmo trepidante de la carrera pulverizó la mejor marca anterior de la historia, los 2:00:25 que el propio Kipchoge hizo en el circuito de Monza (Italia) en el anterior desafío para bajar de las dos horas, y en el que fracasó por 26 segundos.
El fondista nunca dio la impresión de flaquear y él mismo aseguró a los periodistas que desde el principio se sintió cómodo y confiado en que iba a lograrlo.
En una montaña rusa de emociones, Kipchoge relató que en pocas horas vivió el mejor momento de su vida, cuando supo que lograría la marca de forma holgada antes de llegar a la meta, y el peor, las horas antes a la carrera.
Lo que sin embargo nunca estaba en duda era que iba a conseguir el reto: “Cuando vine, vine solo para correr por debajo de dos horas. No quería poner mi mente en una escala de una probabilidad de 50-50”, aseguró.
Fuente: Excélsior
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