¿Coincidencia o diablura? Pero no pasaron ni 24 horas de la gira de Andrés Manuel López Obrador por Juárez y Chihuahua, cuando los agricultores de la región centro-sur se enteraban de otro “chistecito” por parte de la 4T a través de la delegación de la Comisión Nacional del Agua, la misma que se la pasó de disputa en disputa con los campesinos desde finales desde el 2019 hasta hacía apenas unas semanas, cuando todo parecía componerse tras el acuerdo que logró la gobernadora Maru Campos entre los líderes agrícolas y la Secretaría de Gobernación, que culminó con la liberación de la presa La Boquilla y la salida de prisión de los tres agricultores de La Cruz. Pero al parecer todo era demasiado bueno para ser verdad, pues apenas y el tabasqueño se fue de tierras chihuahuenses, cuando la Conagua confirmó la reducción de 75 millones de metros cúbicos para el ciclo agrícola del 2022 que comenzará en marzo y que afectaría a los distritos de riego que dependen de La Boquilla, Las Vírgenes y El Granero, es decir, pudiera repetirse la misma historia que apenas y había concluido, y todo por el afán de la 4T de vengarse de lo que en este año que se va les impidió quedarse políticamente con el estado: el conflicto por el agua.
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Y mientras acá en la región centro-sur del estado se enteraban del regalito que dejó el tabasqueño a través de la Conagua, además del caos que se vivía en los centros de vacunación en donde se aplica el refuerzo de la vacuna contra el COVID-19 en adultos mayores de la ciudad de Chihuahua, el que andaba en la Ciudad de México, específicamente en Bucareli con el secretario de Gobernación de la 4T, era el súper delegado Juan Carlos Loera, quien hasta se tomó foto con Adán Augusto López y la colgó en sus redes sociales.
“Desde muy temprano me reuní con Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación, para darle puntual seguimiento a los encargos presidenciales, derivados de la pasada gira por Chihuahua. Agradezco su enorme disposición y colaboración”, escribió el súper delegado mientras aparece muy sonriente con el también exgobernador de Tabasco, a quien hay que reconocerle que sabe mover ambas manos, la izquierda y la derecha, porque así como en la mañana se junta con dizque zurdos, en la tarde lo hace con los llamados “derechairos”, pero lo que sí es un hecho es que mientras acá el descontento se hacía presente, Loera sonreía, a sabiendas que la decisión de Conagua afectará sobremanera a sus odiados “acaparadores de agua”, los nogaleros, los cuales apenas se andaban levantando del caos que les había tocado padecer en el 2020 ante el raquítico precio de la nuez durante aquel año.
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Entre que la 4T sataniza a unos, el mesías tropical que habita Palacio Nacional es capaz de perdonar a otros tantos, al menos eso dejó entrever respecto al exgobernador César Duarte, a quien en plena conferencia “mañanera” le ofreció apegarse al criterio de oportunidad si es que revela “complicidades mayores”, es decir, que el oriundo de Balleza se convierta en un sapo de lujo, como los que le gustan a AMLO, algo así como un reflejo de su sapito favorito, el ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin. Vaya que le encanta el chisme al tabasqueño, sobre todo si éste se usa como arma para amenazar a sus enemigos políticos.
Source: Columna