Antes de estar hoy en Tabasco para reintegrar al estado de Chihuahua en la Comisión Nacional de Gobernadores, la gobernadora Maru Campos se aventó un adelanto de lo que será el año que entra respecto a los asuntos judiciales que dejaron pendientes sus antecesores en la silla principal de Palacio, los exgobernadores César Duarte y Javier Corral, de quienes señaló que diga lo que diga el presidente Andrés Manuel López Obrador de ambos querubines, los dos tendrán que responder por lo que les toca, es decir, y traduciendo a la Góber, el primero por corrupto y el segundo por inepto, lo que provocó que las finanzas estatales estén ahora en un bache en el que el equipo de Maru se ha enfocado en salir, pero del que ella bien sabe no será sencillo, con todo y que pusieron toda la carne al asador al paquete económico que se discutió ayer y continúa discutiendo en el Congreso del Estado.
Es así que con estas palabras que quedaron zumbando en el colectivo y seguramente en los oídos de los susodichos y sus conocidos, que la gobernadora Maru Campos salió de su entidad para trasladarse a la capital tabasqueña para estar presente en el CONAGO, misma que será inaugurada por el tabasqueño que habita en Palacio Nacional y que será el invitado de lujo al encuentro de Gobernadores, en su mayoría de Morena, razón por la que seguramente el Presidente no los despreció y ahí estará compartiendo una comilona con los mandatarios estatales que estarán en su terruño tropical.
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Continuando con lo movidito que será el 2022 en cuestiones jurídicas respecto a los que ya se fueron, ese llamado a que los exgobernadores respondan por lo el caos que dejaron no solamente está enfocado en ellos, sino en sus colaboradores que también hicieron de las suyas al sentirse intocables y más bien tocados por la mano de César Duarte y Javier Corral, de manera respectiva.
Por lo que uno de los que más está en la mira es el exsecretario de Hacienda de Corral, Arturo Fuentes Vélez, además de las ex secretarias de la Función Pública, Stefany Olmos y Mónica Vargas, pues ambas, en su afán de quedar bien con su entonces jefe, hicieron como que las Virgen las hablaba para que pareciera que hacían su chamba, cuando en realidad sólo le encubrieron lo que pudieron al dizque paladín anticorrupción, por lo que en una de esas, ese trío será llamado próximamente a rendir cuentas.
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Ya que hablamos de rendir cuentas, quien actuó como que lo hacía, o al menos eso pretendieron sus allegados, fue el tristemente célebre CEO de ARAS, Armando Gutiérrez Rosas, a través de un supuesto comunicado oficial que tenía una validez similar al de un billete de tres pesos, mismo en el que se victimizaba su figura, como si de generar lástima se tratara. Pero lo único que sí generó fue desconfianza, pues los más enterados aseguran que ese “comunicado” ni siquiera fue autorizado por él, sino que salió de alguien que se le ocurrió que el dar falsas esperanzas de que a los inversionistas se les regrese su capital, es algo divertido y con lo que se debe jugar en vísperas de la Navidad.
Source: Columna