Mientras que los defensores de los derechos a las armas imponen presión para que se legalicen las armas de fuego en los campus universitarios, un argumento está tomando forma: Armando a las estudiantes ayudará a deducir las agresiones sexuales.
Conseguir el apoyo para aprobar las leyes que permitirían que las personas porten armas de fuego en las universidades ha resultado ser un tanto difícil, a pesar de los esfuerzos de los partidarios de dichas leyes quienes argumentan que con estudiantes armados y miembros del profesorado se podrán prevenir los tiroteos en masa como el que tuvo lugar en Virginia Tech en el 2007.
Aún está prohibido portar armas ocultas en los campus universitarios en 41 estados, ya sea en base a la ley o por los mismos reglamentos de las universidades. El portar armas al descubierto no está de ninguna manera permitido.
Pero este año, los legisladores en 10 estados que están proponiendo proyectos de ley que permitirán que se porten armas en los campus esperan que la atención que se le ha dado a los casos de agresión sexual les ayude a conseguir que se aprueben dichas medidas.
“Si una persona resulta violada porque no se le permite portar un arma de fuego para defenderse, creo que se incurre en una irresponsabilidad”, según dijo el representante estatal Dennis K. Baxley de Florida durante un debate en el subcomité de la Cámara de Representantes el mes pasado. Fue así como se aprobó un proyecto de ley.