Casi todas las recomendaciones dadas aquí, sirven de igual manera para perritos, incluyendo la fórmula provisional de leche. Una vez que se consiga una fórmula especial para cachorro, es preferible comprar la que esté formulada para cada especie en particular, lo mismo con las croquetas. A la hora de enseñarles a ir al baño, a los perritos se les puede enseñar a hacer en periódico. Es probable que el proceso sea más largo y tedioso que con los gatos.
Si te encuentras una camada, es preferible que se queden juntos, el mismo calor corporal de unos con otros, aumenta sus posibilidades de sobrevivir. Si es posible consígueles una mamá nodriza. La leche materna siempre es la mejor opción.
Debido a que muchas veces no sabemos en qué condiciones vienen los cachorros es difícil lograr salvarlos, no te desanimes, has todo lo que puedas y si no puedes salvarlo, descansa sabiendo que hiciste todo lo posible y ese animalito murió siendo querido.
Déjame decirte primero qué es lo que no debes hacer: por favor, no lo regales a cualquier desconocido, mucho menos a un niño sin el consentimiento de sus padres. Con gran frecuencia, el pobre gatito se va a encontrar abandonado de nuevo. Cuídalo tú si puedes, o búscale un dueño responsable.
Si puedes quedarte con él, lo primero que tienes que hacer es abrigarlo. Al igual que los bebés humanos, los gatitos no regulan la temperatura de su cuerpo y dependen del calor de la madre para sobrevivir. No trates de alimentar un gatito que está demasiado frío, primero caliéntalo. Puedes darle agua azucarada tibia o untarle un poco de miel Karo en las encías. La temperatura de un recién nacido varía de 35 a 37.2 grados C y alcanza la temperatura de un gato adulto (38.3 a 39°C) durante la cuarta semana de su vida. Dependiendo de la época del año y del lugar donde estés criando a tu gatito tendrás que satisfacer su necesidad colocándolo cerca de un calentón o simplemente envolviéndolo en una cobijita o poniendo botellas de agua caliente (bien cerradas) bajo las cobijas. Restringe sus movimientos poniéndolo en una caja. Los gatitos muy chicos son capaces de arrastrarse sorprendentemente lejos, alejándose de la fuente del vital calor, o corriendo algún otro riesgo. Cualquier cambio de temperatura tiene que ser gradual. No se puede ni enfriar ni calentar a un gatito demasiado rápidamente.
¿Y DESPUÉS QUÉ?
Por supuesto, ¡el alimento! Algunos veterinarios y supermercados venden leche para los gatitos, pero mientras la buscas puedes usar esta receta:
• 1 taza de leche, se recomienda la leche clavel rebajada a partes iguales con agua filtrada o hervida
• 1 cucharadita de jarabe de maiz (Karo)
• 1 pizca de sal
• 1 yema de huevo (no le des las claras)
• Puedes añadirle un chorrito de aceite vegetal
La leche tiene que estar calientita. Prueba su temperatura echando un poco sobre la muñeca de tu mano.
¿Y EN QUÉ LES DOY LA LECHE?
También hay en venta pequeños biberones fabricados especialmente para gatitos. Y por mientras, puedes darle la leche en un gotero o jeringa subcutánea (cómo las que se usan para la insulina). Sea biberón, jeringa o gotero, tiene que estar limpio. Tu gatito es delicado porque no está recibiendo los anticuerpos que se encuentran en la leche materna. A veces los gatitos se resisten a recibir el alimento de esta manera tan extraña para ellos. No te desesperes, el hambre va a ganar, y el gatito se va a adaptar a tu forma de alimentarlo. Aliméntalo acostadito sobre su pancita, no en la posición en que alimentas a un bebé humano ya que la leche podría irse a sus vías respiratorias y ocasionarle una infección.
¿CUÁNTA LECHE LE DOY?
De 5 ml a 15 ml (una cucharadita a una cucharada) al día. Tu pequeño comerá diariamente de 10 a 12% de su propio peso. Conforme crece va a comer más. Los gatitos recién nacidos normalmente comen cada 2 o 4 horas, pero algunos más fuertes pueden comer 4 veces al día (cada 6 horas). Como el alimento que estás dando a tu bebé no cubre sus necesidades tanto como la leche materna, tu gatito puede experimentar hipoglicemia (disminución de azúcar en la sangre). Los síntomas van a parecer convulsiones o desmayo. No te asustes. Pon unas gotas de miel o jarabe de maíz en su boca para subirle el nivel de azúcar.
¿QUÉ HAGO CON LA LECHE QUE SOBRA?
La tienes que guardar en el refrigerador y volver a calentarla para cada alimentación. La leche que no se va a usar en las próximas 24 horas se guarda en el congelador.
¿MI BEBÉ VA A USAR PAÑALES?
¡Claro que sí! No exactamente como un bebé humano, pero necesitará tu ayuda para orinar y defecar, y mantenerse limpio. ¿Has visto alguna vez como una mamá gata lame a sus hijos? Tú tendrás que imitar los movimientos de la lengua de una gata con un algodón húmedo. Frota los genitales del gatito después de cada alimento. Es una parte esencial en los cuidados del bebé porque él no puede “ir al baño” por su cuenta. También hazle un ligero masaje en el cuerpo (como si estuvieras lamiéndolo) para ayudar a su digestión.
¿TENGO QUE COMPRARLE JUGUETES?
Al cumplir 3 semanas, los gatitos normalmente empiezan a correr y jugar. Tu gatito va a necesitar juguetes, pero no es necesario que gastes tu dinero. Cualquier objeto chico que el gatito pueda mover le servirá de juguete. Tienes que asegurarte que el gatito no podrá tragarlo o cortarse, o de alguna forma lastimarse con su juguete. Asimismo, hay que tener cuidado con los cordones de electricidad o las cosas que pueden caer sobre tu pequeña mascota. Hay que tener los sanitarios cubiertos con tapas y no dejar agua dentro de los depósitos hondos para el gatito dentro de la casa para que no se ahogue.
¿CUÁNTO TIEMPO TENGO QUE CUIDARLO ASÍ?
Cuando el bebé cumpla 3 semanas, empieza a darle comida de gatito: croquetas remojadas en agua, comida de lata, o mezcla de los dos. Si no encuentras comida de gatito, ofrécele comida de gato adulto, pero en este caso sigue dándole la leche porque un bebé tiene mayor necesidad de calcio que un gato adulto.
Pronto va a dejar el biberón, pero dale la oportunidad de acostumbrarse a su nuevo alimento primero.
Es también el tiempo de comprarle su arenero y arena y enseñarle a ir al baño por su cuenta. No será difícil- los gatos tienen el instinto de tapar su orina y heces. Pero aun pequeño hay que ponerlo en la arena después de cada comida porque aun no recuerda donde está su arenero. Los gatitos a veces tienen la mejor intención de llegar a su baño, pero no alcanzan, y pasa un “accidente”. Así que, mientras es tan pequeño, llévalo tú. A las 5 semanas de nacido el gatito ya sabrá usar su arenero y comer solo, y tu vida se hará más fácil. Aproximadamente a las 6 semanas, tendrás que vacunar y desparasitar al gatito. Es muy importante, acuérdate que la leche que tomó tu gatito no fue de una gata, y tu gatito es más vulnerable que uno criado por su madre natural.
¿QUÉ MÁS TENGO QUE SABER?
La infancia de un gatito es mucho más corta que la de un humano (felizmente), pero muy parecida. Si no tienes experiencia con los bebés, pregunta a alguien que si sepa cuidarlos cuando tengas alguna duda. Yo creo que igual que para los humanos, para los gatitos “tres cosas hay en la vida”. Estas 3 cosas son comida, cuidados y amor. Hemos hablado de las primeras dos, para el tercer ingrediente- el amor – no hay receta. Es algo que nacerá en tu corazón y que te ayudará a cuidar a la pequeña vida que salvaste. Y bien pronto tu gatito se va a convertir en una bola de pelusa y ternura, y vas a ver que no es cierto lo que dicen algunas personas ignorantes en las ciencias felinas, que los gatos son seres indiferentes e interesados nada más en comida. Más bien son seres justos. Dales amor y vas a recibir mucho amor.