Los teléfonos móviles parecían haber matado a las cámaras de fotos para siempre. Hasta que llegó el revival mirrorless
El primer iPhone no quería matar a la cámara de fotos. Tampoco hubiera podido: su sensor de 2 megapíxeles nos podía sacar de un apuro, pero la calidad era modesta y no era posible grabar vídeo. La industria fotográfica podía…