Nuestro ADN podría ocultar la clave para hibernar: ¿puerta hacia los viajes interestelares?
A veces, lo que parece ciencia ficción resulta estar más cerca de lo que creemos. En pleno invierno, un oso puede pasar semanas sin moverse, sin comer, sin beber agua y sin sufrir daño alguno. Ni su masa muscular se deteriora ni su cerebro muestra señales de deterioro. Y al






