Luego de un viaje a Estados Unidos una mujer de nacionalidad española, de la cual no se conoce su identidad, adquirió a un cachorro de tres meses y lo documentó debidamente para regresar a España.
Sin embargo, cuando Buddy y su dueña aterrizaron en el Aeropuerto El Prat de Barcelona y fueron sometidos a la revisión de la aduana, las autoridades del departamento de Agricultura de la Delegación del Gobierno no pudieron leer el chip que se le había colocado al cachorro para constatar que cumplía con todos los requisitos para ingresar al país.
Al no tener otra manera de comprobar si Buddy contaba con sus vacunas y no representaba un problema sanitario, las autoridades le negaron el acceso al país y lo dejaron en el aeropuerto. “Hemos probado con todos los lectores que tenemos en el aeropuerto, también con los que verificamos la entidad de otros animales con microchip norteamericano, y con otros que han aportado los propietarios, pero no hemos podido leer el microchip”, declaró José Luis Guarga, Director del Área de Agricultura de la Delegación del Gobierno. Ante la imposibilidad de leer el microchip, las opciones pasan por devolver al animal a su lugar de origen o sacrificarlo.
Por ello los dueños de Buddy han puesto una petición en la plataforma digital Change.org donde se pide al Departamento de Sanidad Animal del aeropuerto de El Prat de Llobregat y al Ministerio de Agricultura que “tomen medidas y solucionen la situación en la que se encuentra el cachorro”. Esta petición está activa desde el sábado 13 de junio y lleva más de 80 mil firmas.
Si deseas ayudar a Buddy puedes firmar en Aeropuerto de El Prat de Llobregat: Solucionen el caso del cachorro Buddy, atrapado en el aeropuerto desde el viernes.
El Universal