Cuando Xiaomi presentó su segundo modelo, el Xiaomi YU7, fue imposible no ver en su diseño exterior una reinterpretación del primer SUV de Ferrari, el Purosangue, aderezados con faros a los McLaren 720S (ahora 750S). Ahora, se cambian los roles y es Ferrari que mira cómo lo hace Xiaomi.
Un bloguero chino ha cazado un Xiaomi SU7 Ultra, amarillo saliendo de la fábrica Ferrari de Maranello, luciendo la mítica matrícula de pruebas italiana “Prova”. Ferrari, recordemos, tiene previsto presentar su primer coche eléctrico, un crossover, a finales de este año.
Ferrari probando un Xiaomi SU7 Ultra
El éxito de Xiaomi ha pillado a toda la industria por sorpresa. La marca ha vendido más de 200.000 unidades del nuevo YU7 en pocos minutos, mientras que hay una lista de espera de un año para el SU7 y más de 175.000 unidades vendidas en apenas un año. Además, el Xiaomi SU7 Ultra ha robado a Porsche el título de coche eléctrico de serie más rápido en Nürburgring. Es normal, por tanto, que en Maranello quieran echarle un vistazo a ese coche chino que rompe récords. Hasta no hace mucho, el coche eléctrico más deseado solía ser un Tesla, ahora es un Xiaomi.
Ferrari parece haber comprado un Xiaomi SU7 Ultra. Una unidad del eléctrico chino más deseado del momento fue visto saliendo de la fábrica de Ferrari en Maranello. El fabricante italiano de deportivos podría estar estudiando el vehículo ya de cara a su próxima plataforma eléctrica.
Según recoge CNC, representantes de Ferrari han visitado la sede de Xiaomi el año pasado, para hablar potencialmente del desarrollo conjunto de motores eléctricos de alto rendimiento de próxima generación. Aunque parece que la colaboración no se ha materializado, la adquisición por parte de Ferrari de un SU7 Ultra para investigación interna demuestra el interés por las soluciones técnicas de Xiaomi.
El Xiaomi SU7 Ultra utiliza dos motores que desarrollan una potencia máxima combinada de 1.548 CV y, sobre el papel, sus números impresionan: acelera de 0 a 100 km/h en 1,98 segundos y supera los 350 km/h. No es de extrañar por tanto que Ferrari también quiera ver de qué pasta está hecha la super berlina china.
Que los fabricantes se hagan con coches de la competencia para su evaluación, para comparar su propio producto con los de la competencia y para hacer ingeniería inversa, no es nada nuevo.
Se lleva haciendo desde que, al menos, Henry Ford sacó el Model T fabricado en serie. Sin embargo, es la primera vez que el coche de una marca joven y china despierta tanto interés en marcas históricas. Y es que antes de Ferrari, ya cazaron a Hyundai con varias unidades del Xiaomi SU7, mientras el CEO de Ford confesó que el SU7 es «fantástico».
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Source: Crealo