La ley aprobada recientemente en el Reino Unido, que permitirá la concepción asistida de bebés con tres padres genéticos, con el único fin de prevenir enfermedades hereditarias graves, no sólo es necesaria sino una causa noble, consideró el director del Centro de Ciencias Genómicas (CCG) de la UNAM, David Romero Camarena.
Ese estatuto avanza en un campo importante, pues con esta técnica se busca evitar los efectos de padecimientos genéticos de naturaleza mitocondrial, transmitidos por línea materna a través de las mitocondrias, cuya función es la de generar la energía necesaria para mantener la vida y la función correcta de los órganos y sistemas.
Si una madre porta una afección de ese tipo, será transferida a los hijos con altísima frecuencia. “No existía una manera de eludir los efectos y, sobre todo, su patrón de herencia”, explicó.
Pero esta opción de concepción asistida, que implica el uso de material genético de tres personas –óvulos de dos mujeres y el esperma de un hombre–, podría resultar en el nacimiento de un hijo sano.
La metodología consiste en tomar el óvulo de la portadora de la enfermedad mitocondrial y, por medio de técnicas de micromanipulación, extraer el núcleo de la célula, que será implantado en el óvulo de la donadora, del cual previamente se ha removido el núcleo. Las perspectivas son interesantes, pues si bien es cierto que esas patologías son poco frecuentes, producen efectos lamentables en quienes las padecen, apuntó Romero Camarena.
El objetivo de este proceso es eliminar la herencia genética defectuosa y con ello evitar el nacimiento de niños con enfermedades mitocondriales, que producen daños musculares, sordera, ceguera, afecciones en el sistema nervioso y en órganos vitales como el corazón y los riñones, entre otros.
El universitario puntualizó que se ha especulado respecto a cuáles podrían ser los efectos negativos de estos procedimientos, pero hasta ahora los experimentos en animales no han mostrado ninguno. “No obstante, existen preocupaciones por las implicaciones éticas”, subrayó.
Datos derivados de la ciencia permiten suponer, con un alto grado de certeza, que no habrá efectos deletéreos y sí altas posibilidades de corregir padecimientos mitocondriales; sin embargo, como en toda metodología, es probable que pudiera no funcionar en algunos casos, reconoció.
“Es difícil extraer el núcleo de la célula sin que se tome algo de las mitocondrias; entonces, cabría la posibilidad de que aún en un hijo de tres padres se introdujera una afectada, con lo cual el individuo resultante tendría una combinación de organelos afectados y sanos, por así decirlo”, puntualizó. No obstante, aclaró que la manipulación del material genético no ocasionaría en los hijos otro tipo de enfermedad colateral.
En el ámbito de las implicaciones éticas, dijo que en este caso la manipulación sólo tiene sentido para eliminar enfermedades. “Hasta el momento no existe la posibilidad de hacer modificaciones que pudieran afectar el comportamiento humano o las capacidades cognitivas”.
En realidad es un cambio que podría considerarse “cauto”, pero es entendible que provoque inquietud, por ser un proceso nuevo y no natural, pues “en el terreno de la evolución no existe posibilidad de que haya tres progenitores para un individuo”.
En México, como en otros países, la ley no permite la manipulación genética, es una prohibición absoluta para cualquier forma de modificación de genoma humano, aunque en este caso, la donación de ADN mitocondrial sano de una mujer a otra es una forma específica que permite dejar atrás problemas graves de salud en los futuros bebés.
“Nuestra nación está poco desarrollada en este terreno, pero la iniciativa británica al menos provocará reflexión y discusión, y esperemos que también aceptación para que se adopte en otros territorios”, finalizó.