El regulador de fecundidad de Gran Bretaña ha aprobado técnicas polémicas que permiten a los médicos crear bebés usando ADN de tres personas, lo que se calificó como decisión “histórica” para ayudar a evitar que una pequeña cantidad de niños potencialmente hereden enfermedades de sus madres. Informó la agencia de noticias AP.
La presidenta del organismo regulador, Sally Chasire, dijo el jueves que la decisión cambiará la vida de familias que podrían beneficiarse con el tratamiento.
“Los padres que tienen altos riesgos de tener un niño con una enfermedad mitocondrial que amenace su vida pronto podrían tener la oportunidad de tener hijos saludables y genéticamente relacionados con ellos”, dijo en un comunicado.
Los nuevos métodos intentan resolver problemas vinculados con la mitocondria, la estructura productora de energía afuera del núcleo de las células. Las mitocondrias que no funcionan bien pueden provocar distrofia muscular, falla severa de algún órgano importante y grave debilidad muscular.
El año pasado, Gran Bretaña cambió sus leyes para permitir que los científicos modifiquen óvulos o embriones antes de que sean transferidos a mujeres, convirtiéndose en el primer país en aprobar legalmente las técnicas. En septiembre, médicos en Estados Unidos anunciaron que habían creado el primer bebe del mundo a través de tales técnicas, tras viajar a México a usar el método, que no ha sido aprobado en Estados Unidos.
Para ayudar a que mujeres con defectos mitocondriales no los transmitan a sus hijos, los científicos removieron el núcleo de ADN del óvulo de una madre potencial y lo insertaron en el óvulo de un donante, al que se le había sacado el ADN de donante. Eso se puede realizar antes o después de la fecundación.
El embrión resultante termina con un núcleo de ADN de sus padres pero ADN mitocondrial de un donante. El ADN de un donante equivale a menos de 1% de los genes del embrión resultante.
La decisión de Gran Bretaña de aprobar los nuevos métodos no abrirá las puertas a los bebés genéticamente modificados. Las clínicas necesitarán solicitar permiso para usar las técnicas, según cada caso, al regular de fecundación de Gran Bretaña. La decisión fue tomada luego de revisar el desarrollo, la seguridad y eficacia de los procedimientos durante cinco años.