Los animales son iguales que el ser humano en reaccionar ante la primera nevada del año, reveló un vídeo grabado por unos voluntarios en cuidarlos.
El santuario Gaia se encuentra en la parte gerundense de los Pirineos, una cordillera montañosa situada al norte de la península ibérica, entre España, Andorra y Francia. Allí viven más de 400 animales de granja, que reciben el cuidado de los cuatro voluntarios que residen en este espacio. Uno de ellos es Ismael López, que el jueves grabó una divertida escena.
Entonces se produjo la primera nevada del año, todo un evento para los toros y vacas al cuidado de esta organización dedicada a la acogida de animales. El vídeo acumula más de 200 000 reproducciones en Facebook tras ser compartido por la página de esta organización sin ánimo de lucro. No paran de saltar y correr en la nieve, como si fuera la primera vez que la ven.
Todos los años reaccionan de esa manera tan divertida a la primera nevada. Les encanta jugar y correr (…) Para estas cosas, lo animales son iguales que nosotros”, dice Ismael López, voluntario que reside en el santuario Gaia.
“Pero no es así”, dice López, que atiende a Verne por teléfono. “Todos los años reaccionan de esa manera tan divertida a la primera nevada. Les encanta jugar y correr”, añade el responsable del espacio, situado en Camprodón (Girona). “Para estas cosas, lo animales son iguales que nosotros”. En el vídeo también se puede ver a varios caballos disfrutando de la nevada, pero el principal protagonista es Samuel.
“Aunque sea blanco y negro, se trata de un toro. Es muy inteligente”, asegura el autor del vídeo. “Estamos acostumbrados a ver a perros reaccionando así ante la nieve. Los animales de granja son iguales. Muchos les ven simplemente como comida, pero son mucho más”, añade López. Samuel cuenta con otro vídeo dedicado solo a él.
En la reserva viven otros muchos animales de granja, como ovejas, cabras, cerdos, gallinas u ocas. Varios de estos animales también tienen un hueco en el canal de YouTube del santuario tras la primera nevada del año.
La mayoría de los animales que llegan a este santuario en la comarca del Ripollés lo hacen tras haber sido abandonados. “Al ser rescatados por la Guardia Civil, les acogemos nosotros. Muchas de nuestras vacas fueron encontradas tras varios días encerradas en una nave, al igual que las ovejas. Ahora están mucho mejor”, indica.
“Las vacas tienen que parir antes de convertirse en lecheras. Cuando nacen hembras, las conservan hasta que puedan utilizarlas. Los machos, muchas veces acaban en el matadero. A Samuel conseguimos que nos lo dieran”, comenta el responsable de la reserva, que vive de las donaciones de particulares. “Solo hay unas diez reservas como la nuestra en toda España”, asegura.
HispanTV