tecnología no sólo está permitiendo que las nuevas generaciones dejen volar su imaginación y creatividad, también se ha convertido en una herramienta para mejorar la calidad de vida con un potencial muy importante para los próximos cinco o seis años.
Sabiendo esto y la necesidad de que cada día más personas conozcan lo que está sucediendo, la empresa de software Autodesk abrió una galería en sus oficinas en San Francisco que está abierta tres días a la semana y cuya entrada es gratuita.
Excélsior tuvo la oportunidad de recorrer esta galería, ubicada en el número 200 de la calle One Market, en donde tecnologías como la impresión en tercera dimensión (3D), el internet de las cosas y el diseño inteligente son los principales actores.
Lo primero que se ve al entrar en el segundo piso del edificio es el logo de Autodesk seguido de un par de guitarras modificadas para tocar más fácilmente los arpegios, aunque llama más la atención el vestido “Smoke Dress” del diseñador Niccolo Casas, el cual no sólo fue fabricado en una impresora 3D sino que emite una cortina de humo cuando alguien viola el espacio personal de quien lo viste.
“Pensamos que el diseño no es sólo hacer edificios o máquinas en una computadora, sino realmente resolver problemas del mundo real”, afirmó Jen, quien fue la guía.
Impresión 3D
Ella explicó que muchas de las piezas pertenecen a personas o estudios que usan el software de Autodesk y que han ganado algún apoyo o beca de parte de la empresa. Este es el caso de Nervous System, que utiliza impresoras 3D y cortadores láser para fabricar joyería en materiales como plata, plástico y hasta silicona.
Otros artistas se han enfocado en usar el software para hacer modelos tridimensionales más fácilmente, por ejemplo tomando fotos de todos los ángulos del rostro de una persona para así crear la imagen digital y luego mandarlo fácilmente a una impresora 3D.
Pero hay otros proyectos más ambiciosos, como es el caso de Biome, un auto creado por Mercedes-Benz cuya estructura puede verse en la galería. El secreto de este automóvil es que se construyó con un material biológico ultraligero que se fabrica a partir de dos semillas, por lo que pesa menos de 454 kilos.
Para mejorar el mundo
Otra forma de ayudar a las personas y mejorar la vida es el proyecto de la empresa Bespoke Innovations, que fabrica piezas prostéticas de brazos y piernas con ayuda de una impresora 3D y un escáner. Jen detalló que el escáner sirve para tomar el molde a partir del miembro remanente y así fabricar una pieza a la medida y de mucho más bajo precio, a lo que se añade la posibilidad de personalizarla.
Otros proyectos han surgido como parte de concursos de Autodesk, siendo el caso de “Soccket”, un balón que al usarse para jugar puede guardar energía cinética que sirve para prender una luz LED o hasta recargar USB. Los creadores esperan que esto ayude a zonas donde no ha llegado la energía eléctrica y ha sido probado en áreas rurales de México y el sur de África.
Una nueva arquitectura
Los arquitectos de la empresa Brunet Saunier tienen la meta de construir edificios más inteligentes y que puedan repararse rápidamente, aun tras una catástrofe como un terremoto.
Tomando como base el concepto de las piezas Lego, desarrollaron un edificio dividido por colores que puede reemplazar zonas completas o que puede expandirse fácilmente y la idea la están poniendo en práctica en el hospital Marne-La-Vallée, en Francia.
La forma de hacer las cosas
Por último, Andrew Anagnost, vicepresidente senior de Marketing de la empresa de software, afirmó que la evolución tecnológica provocará que en los próximos cinco o seis años haya una disrupción en la forma en que se fabrican y consumen las cosas; lo que generará nuevas oportunidades de negocio, una mayor personalización y clientes más exigentes.
Lo anterior porque, en la parte de diseño, las personas están aprendido a trabajar de manera colaborativa y usando soluciones como el cómputo en la nube, lo que hace que cualquier persona pueda acceder a herramientas que antes no estaban disponibles.
En la parte de producción, indicó que las empresas pequeñas y medianas ahora tendrán una oportunidad de competir con las grandes gracias a que se puede fabricar a bajo costo y sin tantas máquinas usando la impresión 3D.
Mientras que los consumidores, resaltó Anagnost, estarán basando sus decisiones de compra no en el precio o la marca, sino en la forma en que fueron diseñados y fabricados, sobre todo eligiendo aquéllos que cuiden al medio ambiente.