Cámaras compactas en extinción; consumidores prefieren la del móvil

El desarrollo de cámaras cada vez más potentes para los teléfonos inteligentes está provocando que los fabricantes de cámaras compactas tengan que hacer varios esfuerzos para permanecer en el mercado, como centrarse en un determinado tipo de usuario, mejorar la conectividad o la calidad de imagen.

En un reporte, la firma analista IDC indica que 35 por ciento de los también llamados smartphones cuentan con cámaras que tienen una resolución mayor a 8 megapixeles, las cuales afectan el mercado de cámaras compactas, es decir, aquellas que no son profesionales y que no tienen un lente intercambiable.

Sobrevivencia

Ricardo Mendoza, analista asociado de Dispositivos de Consumo y Comerciales de la consultora en México, detalló que la venta de teléfonos inteligentes con más de 8 megapixeles se ubicó en 3.9 millones de unidades en el país en el último trimestre de 2014, mientras sólo se vendieron 25 mil cámaras compactas en el mismo periodo.

Lo mismo ocurre en países como Estados Unidos donde las ventas de cámaras fotográficas se ubicaban en 35 millones de unidades al cierre de 2009; en 2014 la cifra fue de 9.4 millones e IDC prevé que este año se vendan siete millones de dispositivos.

“Esto nos indica que estamos ante un inminente proceso de sustitución. Con la llegada de cámaras cada día más potentes a los dispositivos móviles, el mercado de las cámaras digitales no profesionales ha tenido que hacer varios esfuerzos para mantenerse en el mercado”, afirmó el especialista.

Mejoras

Ante esta situación,  los fabricantes de este tipo de cámaras compactas como Canon, Nikon, Sony, Fujifilm o Samsung, por nombrar algunos, han tenido que adoptar elementos competitivos con respecto a los teléfonos inteligentes y centrarse en las personas que tienen por hobby la fotografía, son semi-profesionales o que buscan calidad.

Entre las características que destacan son la resistencia a golpes y agua como ocurre con la línea de Panasonic conocida como FT, la Pentax WG-4 GPS o la Olympus TG2 que resiste caídas de hasta 2 metros.

Mendoza incluso no descarta la aparición de una categoría de cámaras compactas a prueba de balas, ya que Huawei desarrolló un teléfono inteligente, el Honor 6 Plus, que resiste este tipo de impactos.

“Es importante destacar que la inmediatez ha jugado también un papel importante, el deseo de compartir nos lleva directamente a subir nuestras fotos a las redes sociales y el mejor amigo de esta experiencia, sin lugar a dudas, es el celular”, añadió el analista.

Copiando

Derivado de esto, los fabricantes de cámaras compactas ahora están incluyendo en todos sus modelos conectividad Wi-Fi y NFC, así como aplicaciones, entre las que destacan las redes sociales para permitir al usuario compartir inmediatamente sus fotos.

Sin olvidar otro factor fundamental: el precio, porque éste ha tenido que ir bajando y existen varias opciones que cuestan menos que un teléfono inteligente como el modelo Sony W800 que está por debajo de 2 mil pesos o la Fujifilm JX660 que cuesta menos de mil 500 pesos, por nombrar algunas.

excélsior