Romario Dos Santos Alves comenzó asistir al gimnasio frecuentemente para ejercitarse, pero lo que parecía ser un habito saludable se convirtió en una obsesión por parecerse al increíble hombre verde.
Al trabajar duro en las rutinas y no ver mayores resultados, el joven quien observaba cómo otros hombres lograban que su musculatura aumentará de una manera impresionante sin tanto esfuerzo, se acerco a ellos para pedirles consejos.
Sus compañeros le confesaron que ellos complementaban su rutina con el uso de esteroides, fue entonces cuando Romario decidió inyectarse Synthol (esteroides).en los biceps: “Mis músculos comenzaron a solidificarse y no podía siquiera inyectarme los brazos, estaban llenos de piedras. Decidí que lo único que podía hacer era comprar agujas de especialistas para poder inyectarme. Sé que suena estúpido, pero era lo único que podía hacer para tener mi Synthol”, declaro Romario para diario británico Mirror.
Cuanto más se inyectaba esteroides Romario iba perdiendo fuerzas, hasta que su esposa finalmente lo internó en un clínica donde le dijeron que debido al abusos de estas sustancias podría perder sus brazos.
“Finalmente, gracias a Dios, el médico me dijo que no habría que amputar.
Podrían remover el Synthol solidificado que se había formado en mis brazos”. La obsesión por parecerse al increíble Hulk lo llevó al limite y ahora Romario desea que las personas conozcan su historia para evitar caer en excesos que pueden ser mortales.
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