“Charlie Charlie”, ¿es sólo un juego? Un exorcista opina

Un juego llamado “Charlie Charlie” es de lo más viralizado en los últimos días en redes sociales, debido al vínculo que algunas personas le han atribuido con el más allá y con la invocación de los espíritus.

Hay quienes lo comparan con una versión simplificada y casera de la Ouija, relacionada históricamente con fuerzas demoniacas; pero también existen los escépticos, que ven en“Charlie Charlie” un pasatiempo inofensivo.

La práctica de este juego es simple, cómo lo demuestran los cientos de videos difundidos en internet. Consiste en colocar dos lápices o bolígrafos, uno encima de otro, en forma de cruz, sobre una hoja de papel donde se encuentran escritas cuatro opciones, una en cada esquina dejadas por el cruzado.

Después, supuestamente, se invoca al espíritu de “Charlie Charlie” para que este responda la pregunta planteada con el bolígrafo o lápiz colocado en la parte de arriba, el cual girará hacia una de las respuestas escritas en el papel.

En Twitter ya existe el Hashtag #CharlieCharlieChallenge, a través del cual millones de jóvenes de todo el mundo aseguran haber practicado este juego, lo que ha generado gran preocupación por parte de religiosos, quienes temen que estas personas se encuentren en riesgo de ser víctimas de unaposesión demoniaca.

Tal es el caso del afamado exorcista español José Antonio Fortea quien advirtió que quienes juegan al “Charlie Charlie” que podrían “ser acosados por algunos espíritus”.

En una entrevista para el portal ACI Prensa, el sacerdote católico de la diócesis de Alcalá de Henares, precisó que no necesariamente los asiduos a esta práctica pueden quedar “posesos”, pero el espíritu involucrado sí quedaría cerca de ellos por algún tiempo.

Sentenció que el aumento en la demanda de este supuesto juego podría originar “consecuencias mucho peores por parte de los demonios” a la persona o personas que lo practiquen.

Además, advirtió, que la práctica de este supuesto juego “hará que otros se comiencen a introducir en una comunicación ya más frecuente. Y entonces sí que la persona puede sufrir”.

 

Agencias