Ariana Miyamoto, una joven de 20 años, fue coronada el pasado 12 de marzo como la nueva Miss Japón y desde entonces la flamante reina es el eje de una controversia, pues un sector de la población no la considera “suficientemente japonesa” para ostentar el mencionado título y la consecuente “misión” de ser embajadora de la belleza nipona.
Y es que Ariana es lo que denominan “hafu” que en lenguaje coloquial se puede traducir como “subjaponesa” o “mediojaponesa” simplemente porque por sus venas corre sangre afroamericana. Es hija de una japonesa y un afroamericano.
Pero Ariana nació en Sesebo, Nagasaki, donde reside y, como era de esperar, su idioma principal es el japonés el cual habla sin pizca de acento extranjero, según reportan medios como el Washington Post, que se ha hecho eco de esta controversia que tiene a los missiólogos japoneses con dolor de cabeza.
Esta situación ha servido para subrayar el hecho de que en Japón anualmente nacen 20 mil personas de raza mixta producto del enlace entre japoneses y personas de otras etnias.
Si bien es cierto que Ariana Miyamoto vivió un tiempo en Estados Unidos, adonde sus padres la enviaron a estudiar su escuela superior, luego regresó a Japón donde obtuvo un doctorado en historia de Japón.
Información de El Universal