Un grupo de científicos ha desarrollado una nueva tela reversible, capaz de bajar o subir varios grados la temperatura para quien la usa.
La innovación, que fue llevada a cabo por científicos de la Universidad de Stanford (EE.UU.), está compuesta básicamente de plástico: una forma de polietileno de carbono y cobre, según un artículo publicado esta semana en la revista Science Advances.
En las pruebas de laboratorio, este tejido mantenía la piel artificial dos grados más fría que una tela de algodón, lo que consideraron suficiente para que muchas personas ya eviten la compañía de un ventilador o reduzcan el uso del aire acondicionado, con el consiguiente ahorro de gasto. Estimaron que bajaría un 20 o 30 % el presupuesto destinado a energía en un edificio lleno de trabajadores.
Entonces se plantearon si también sería posible lograr que calentara. Po-Chun Hsu, primer autor del artículo, explica que se dio cuenta de que la capacidad de controlar la radiación podría funcionar en ambos sentidos, así que apiló dos capas de material con diferentes habilidades para liberar energía de calor e intercaló el polietileno de enfriamiento.
Por un lado usó una capa de cobre para atrapar el calor entre la capa de polietileno y la piel. Por otro, una capa de carbono que libera calor debajo de otra capa de polietileno. Usado con la capa de cobre hacia afuera, el material atrapa el calor y permite calentarse en los días fríos. Con la capa de carbono hacia fuera, el tejido libera calor y mantiene fresco al usuario.
La combinación permite aumentar el rango de temperaturas confortables en más de 5,5 grados, aunque Hsu pronostica un potencial final mayor, de casi 14 grados, cosa que permitiría a quienes usen ropa con este tejido no necesitar nunca aire acondicionado o calefacción. La tela, de color blanco, aún no se comercializa, pero ya están probando que resiste el lavado a máquina.
Fuente: HispanTV
Source: Crealo






