ola de críticas surgió después que una estudiante indocumentada desplegara una bandera mexicana el día de su graduación en la Universidad de California San Diego (UCSD) ha sido contrarrestada hoy por activistas locales, quienes señalan que son “mayoría” los que expresan su apoyo al gesto.
Pedro Ríos, director del Comité de Amigos Americanos de San Diego calificó la acción de la estudiante indocumentada Indira Esparza como un “gesto noble”, realizado en reconocimiento a su identidad, cultura y familia.
“Es algo muy noble no solamente para ella sino para su familia y todos aquellos que han luchado por mejorar su calidad de vida. Más que nada es una persona orgullosa de su cultura y su nación, y eso debe ser lo más importante”, señaló a Efe.
El caso se inició hace una semana, cuando el periódico Union-Tribune de San Diego publicó el caso de esta joven de 22 años, quien emigró a Estados Unidos hace dos décadas y que, luego de vencer “muchos obstáculos”, se licenció en Ciencias Políticas, en el campus Thurgood Marshall College de esta ciudad.
“Ella ha enfrentado inseguridad financiera, ansiedad por perder a miembros de su familia por una deportación y el juicio de los demás a causa de su nacionalidad mexicana”, escribió el medio, que agregó que Esparza colaboró para establecer el Centro de Servicios de Estudiantes Indocumentados en UCSD.
Esta historia de superación personal se tornó en un tema de controversia, tras la disconformidad que expresaron en la web del periódico decenas de sus lectores, quienes no vieron con buenos ojos que la joven exhibiera la bandera de otro país el día de su graduación e incluso tildaron el gesto de “inapropiado”.
“Si está tan orgullosa de México para ondear su bandera al momento de graduarse, ¿Por qué está en Estados Unidos? Ella es libre de regresar a México en el momento que quiera”, escribió un usuario en la sección de comentarios de la nota, que hasta la fecha es una de las más vistas en el diario.
Ante el repudio expresado por algunos lectores, el periódico lanzó una encuesta cuyos resultados reflejan que una mayoría (40%) respalda el gesto de la joven estudiante y cree que hizo lo correcto ya que “está orgullosa de sus raíces y herencia”.
Un 18% considera que en todo caso “debió mostrar ambas banderas (México y Estados Unidos) en su graduación”, mientras que un 23% estima que “debió haber ondeado la bandera estadounidense” y, finalmente, un 17% contestó que “no debió haber ondeado ninguna”.
Ríos lamentó las críticas contra la joven y las consideró un reflejo de un “clima antiinmigrante”, si bien volvió a poner de relieve que, de acuerdo a la encuesta del periódico, “son más” quienes la respaldan.
“Aunque se hizo mucho escándalo al principio, parece ser que hay apoyo por las acciones que tomó”, valoró el activista.
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