En la capital de Nueva Zelanda, Wellington, los gatos tendrán que llevar en el futuro un microchip con el que se espera poder proteger mejor a especies raras de aves, informan hoy medios locales citando una decisión del ayuntamiento.
El chip, que tiene el tamaño de un grano de arroz, se insertará debajo de la piel del felino para facilitar así su identificación. Los gatos de la capital no dejan de cazar pájaros y en algunos casos se trata de especies raras de aves.
La alcaldesa Celia Wade-Brown rechazó las protestas de protectoras locales de gatos y aseguró que un 83 por ciento de los propietarios de gatos apoyan las medidas.
Otras propuestas, como una prohibición de salir a la calle a partir de las 20:00 para los 30 mil gatos de la ciudad, fueron rechazadas por la municipalidad. Cuando entre en vigor la nueva normativa, los propietarios tienen 18 meses de tiempo para dotar a su mascota del microchip.
Sin Embargo