En nuevo estudio de la revista Trends on Cognitive Sciences, un equipo de psicólogos argumenta que dado que nuestras interacciones diarias cada vez son más digitales, los científicos se beneficiarán de estudiar ese comportamiento más adelante. Sobre todo, dicen, por el uso cada vez más frecuente de los emojis con el fin de conseguir, en las interacciones digitales, la misma satisfacción que nos proporciona comunicarnos en persona con alguien, informó el diario Expansión.
Los investigadores de la Universidad Edge Hill del Reino Unido creen que los emojis permiten tener una comunicación no verbal -representada en gestos y expresiones faciales, entre otros- en el mundo digital actual.
DEFINIR EL SIGNIFICADO
Solo mira las lágrimas que ruedan por la cara de alegría del emoji que acabaste de recibir, la conocida cara amarilla con los ojos entrecerrados y unas lágrimas que salen de ellos. Viendo esa cara llorosa pero feliz, sabes que la persona que te la envió piensa que algo es tan divertido que incluso te puede hacer llorar de la risa.
No hubiera sido posible expresar ese sentimiento solo con palabras (y sin decirlo explícitamente, por supuesto).
“Cuando una persona ve emojis se encienden diferentes regiones del cerebro”, dice Linda Kaye, profesora de psicología y quien lideró el análisis.
En el mundo real, el uso de gestos con la mano y de otras expresiones juega un papel fundamental en la manera en que nos comunicamos con alguien. Ayudan a comprender el significado de lo que se quiere decir, mientras sutilmente abren una ventana hacia nuestro interior, que muestra lo empáticos y accesibles que somos, según Kaye.
Un emoji es una solución efectiva cuando no puedes ver a la persona con la que te estás comunicando. “Es la forma en que te expresas emocionalmente”, dice Kaye. Y la selección que hagas de emojis puede alterar de manera dramática la frase que la acompaña o la forma en que debes responder.
“Cambia la forma en que alguien debe interpretar el texto”, dice Vyvyan Evans, profesor de lingüística de la Universidad Bangor del Reino Unido y autor del libro The Emoji Code (El código Emoji), que se publicará próximamente. Según Evans, quien no estuvo involucrado en el análisis, “los emojis facilitan una comunicación más efectiva”.
Aunque te gusten o no los emojis, es probable que los hayas utilizado en algún momento. Kaye cree que su uso se ha generalizado y que pueden revelar lo que alguien de verdad piensa sobre un asunto específico; por ejemplo, durante encuestas científicas, para garantizar que los mensajes “no sean ambigüos”, dice.
“Podríamos usarlos más en experimentos psicológicos”, agrega.
LA PSICOLOGÍA DE LOS EMOJIS
En un estudio publicado en el 2016, Kaye identificó algunos rasgos de personalidad gracias al uso que las personas hacen de los emojis.
Uno de sus hallazgos más importantes fue que la gente que los utiliza tienden a ser más simpáticas. Eso también se aplica a las personas que frecuentemente usan expresiones faciales o que varían la entonación cuando hablan cara a cara con alguien.
Otro factor que identificó con su equipo fue que las personas que normalmente usan emojis son más receptivas socialmente y tienen más empatía, lo que las hace también más accesibles.
La investigación previa encontró que casi el 80 por ciento de las personas que participaron en el estudio usan emojis cuando envían un mensaje, mientras el 76 por ciento los utiliza en Facebook y solo el 15 por ciento lo hace en correos electrónicos.