José Antonio Sánchez Jiménez, presuntamente obligaba a sus cuatro concubinas, a susuegra, una hija de 20 años y a dos de sus hijos de siete y ocho años, a vender dulces desde las cinco de la mañana hasta las 10 de la noche, todos los días.
A los ocho les quitaba el dinero al llegar al sitio donde vivían, un departamento ubicado en la calle de Luna, en la colonia Guerrero, donde además habitaban otros siete niños, también hijos del presunto responsable.
Para cerciorarse de que le entregaran todo el dinero, Sánchez Jiménez obligaba a las mujeres a desnudarse para verificar que no se quedaran con nada.
hija, una de sus concubinas. La Fiscalía contra la Trata de Personas de la Procuraduría capitalina realizó un operativo para capturar al presunto responsable y liberar a las víctimas, luego de recibir la denuncia de una de las víctimas.
En el departamento de interés social, con dos recámaras, sala comedor, cocina y baño, encontraron a 10 niños y seis mujeres adultas. Descubrieron que una de las concubinas, es su hija de 19 años, con la que tuvo un bebé que tiene cinco meses de edad.
Las otras tres son mujeres que enganchó en diferentes sitios; además estaba una de sus suegras y otra hija de 20 años con la que no sostenía relaciones sexuales.
Una de las víctimas indicó que desde 1999 conoció a José Antonio Sánchez Jiménez y desde entonces, la obligaba a trabajos forzados en la vía pública; al paso del tiempo, observó que comenzó a llevar a otras mujeres a vivir en el mismo domicilio.
Según relataron las víctimas, a las 5 de la mañana las llevaba a las calles donde tenían que vender los dulces: en Sinaloa, en la colonia Roma; en Pino, San Cosme y Dr. Atl, en Santa María la Ribera.
los golpeaba. Las víctimas indicaron que le llegaban a entregar hasta 500 pesos al día cada una; los dos niños de siete y ocho años que lo acompañaban a él a acomodar carros, obtenían entre 120 y 200 pesos cada uno diariamente.
A todas las golpeaba, amenazaba y maltrataba, dijo la fiscal contra la trata de personas de la PGJDF, Juana Camila Bautista.
“Cuando ellas se sentían mal y no querían ir a vender, las maltrataba, las amenazaba, les decía que no les iba a dar de comer y que le pegaría a los niños”.
José Antonio Sánchez fue consignado a prisión acusado del delito de trata de personas en su modalidad de trabajos forzados y corrupción de menores.
Información tomada de El Gráfico