Si algo podía ser recibido con entusiasmo en Buffalo este invierno, lo fueron las “bicicletas para hielo” que debutaron en una pista de hielo al aire libre.
Las bicicletas sobre patines para hielo fueron un éxito inmediato cuando comenzaron a deslizarse en Canalside el día que se inauguró la nueva pista en el frente lacustre de la ciudad.
Desde ese día de diciembre, los conductores que han pasado por alto el frío imponente para rentarlas han convencido a la inventora Lisa Florczak de que tiene algo bueno en manos. Eso, y los sondeos de varias otras ciudades afectadas por clima frío en Wyoming, Michigan, Minnesota y Canadá interesadas en utilizarlas el próximo año.
“No tenía idea si esto funcionaría o cómo respondería la gente”, dijo Florczak recientemente mientras algunos pacientes con mal de Parkinson probaban las bicicletas analizando su potencial para ejercitarse. “Pensé que podía terminar siendo objeto de burla de la ciudad”.
En lugar de ello, ella está paladeando ser parte de los esfuerzos de Buffalo para revitalizar su zona que lidera con el agua y atraer gente todo el año, incluso cuando el congelamiento del lago Erie es más sufrible que gozoso. Las bicicletas proporcionan incluso a quienes no son patinadores una oportunidad para disfrutar el hielo, junto con castañas calientes, chocolate caliente y cerveza artesanal que se venden en quioscos cercanos.
El negocio familiar de Florczak, Water Bikes of Buffalo, estaba rentando bicicletas flotantes que permitía a conductores pedalear en el río Buffalo en meses más cálidos cuando funcionarios de desarrollo económico solicitaron ideas para la construcción de una pista de hielo de 3 mil 65 metros cuadrados que se construye en la cercanía sobre un centro de esparcimiento del Canal Erie.
“Ellos dijeron que el hielo iba a ser bastante extenso, y pensaron que se podría necesitar algo más que sólo patinaje”, comentó Florczak.
“Yo pensé: ‘qué perfecta oportunidad para pasar de montar bicicleta en el agua a montarla en el hielo”’, agregó.