Rajesh Sharma posee una tienda de comestibles pero, desde hace siete años, también imparte clases a los menores de los barrios más pobres de Nueva Deli bajo uno de los puentes de esa ciudad, informa Buzzfeed.
Esa ‘escuela al aire libre’ no alberga mesas ni sillas: solo dispone de una pared de hormigón, que pertenece a la infraestructura y sirve de soporte para las pizarras. Sin embargo, posee lo más importante: un maestro y estudiantes con ganas de aprender inglés, hindi, matemáticas, historia y geografía.
“No podemos pagar su educación”
Un día, Sharma vio a los hijos de algunos obreros que jugaban en el lugar cuando el puente estaba en construcción y le preguntó a sus padres por qué no los envíaban a la escuela. Esos adultos le respondieron que el centro docente estaba muy lejos y reconocieron que no podían “pagar su educación”. El propio comerciante quería ser ingeniero, pero los apuros económicos impidieron que alcanzara su deseo.
Este colegio improvisado depende por completo del apoyo financiero público, aunque otras personas donan libros, ropa, calzado y comida de manera regular. Gracias a esas ayudas, el número de alumnos ha pasado de alrededor de 50 menores en 2010 hasta casi 200 hoy en día.
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