Amanda Schweickert vivió en carne propia las consecuencias de intentar burlar la ley, informó la Agencia Reforma.
Pero su violación, más que un acto de maldad, entraría en los anales de los actos delincuenciales de lo absurdo.
De 28 años de edad y residente de Nueva York, Amanda confío demasiado en sus habilidades manuales y emprendió el proyecto de fabricar… ¡las placas de su auto!
La matrícula vehicular, sin embargo, no estaba hecha de metal, ni siquiera de plástico o algún material similar creíble.
Y lo peor, la mujer utilizó su manualidad como si de una placa real se tratara. La colocó en la parte posterior de su auto y salió manejar.
El problema para ellas es que nadie creyó en la veracidad de la placa.
La Policía se percato de lo evidente: la placa era, más bien, una manualidad de un preescolar que un documento de identificación.
Amanda fue aprehendida, acusada de posesión de documento falsificado, algo considerado delito grave. También se le imputó circular con matrícula suspendida.
En el perfil de Facebook del condado neoyorquino de Erie se consignó el hecho, con el fin de que no se repita un suceso similar.
El tabloide británico Huffington Post señaló que nunca, por más habilidad que se tenga, un par de marcadores y un trozo de cartón serán suficientes para falsificar una placa.