Los científicos que investigan las experiencias cercanas a la muerte pretenden ofrecer respuestas a preguntas tan misteriosas como qué sucede con un ser humano tras su muerte clínica o por qué quienes sobrevivieron a una experiencia cercana a la muerte cuentan relatos similares sobre que vieron una luz o un túnel, escribe Gideon Lichfield en la revista ‘The Atlantic Magazine’.
Muchas personas que superaron esa experiencia cuentan que recuerdan haber sentido volar, encontrarse con seres espirituales, ver su cuerpo desde arriba, revivir momentos de su vida y hallar un mundo que está lleno de amor divino.
Algunos científicos intentan relacionar estas experiencias cercanas a la muerte con los cambios físicos que se producen en un cerebro que está muriendo. Entre las razones posibles, mencionan la falta de oxígeno, la mala calidad de la anestesia y las reacciones neuroquímicas a un trauma.
Bruce Greyson fue uno de los primeros doctores que empezaron a estudiar estas experiencias. Para ello, elaboró un cuestionario con 16 preguntas para que las personas que vivieron una experiencia similar puntúen las sensasiones y percepciones que experimentaron. La magnitud de cada apartado se evalúa de 0 a 2 puntos —hasta un máximo de 32— y las experiencias que obtienen siete puntos o más se clasifican como cercanas a la muerte. Un estudio indica que la nota media de las personas que aseguran haber vivido esos momentos es 15.
Crónicas sobre el otro mundo
La evidencias escritas de experiencias cercanas a la muerte se remontan, al menos, hasta la Edad Media, mientras que la revista médica ‘Resuscitation’ publicó que la descripción médica conocida más antigua la realizó un médico francés en el siglo XVIII. Sin embargo, las investigaciones más detalladas comenzaron en 1975, cuando el psiquiatra Raymond A. Moody Jr. publicó el libro ‘La vida después de la vida’, basado en entrevistas con docenas de personas que no llegaron a morir.
Uno de los libros más destacados dedicados a este tema es ‘The Handbook of Near-Death Experiences: Thirty Years of Investigation’ (‘El manual de experiencias cercanas a la muerte: 30 años de investigación), publicado en 2009. Según este manual, en 2005 ya existían decenas de estudios con casi 3.500 voluntarios, que sirvieron para escribir alrededor de 600 artículos científicos.
Sin embargo, si bien algunos estudios registran experiencias positivas bien conocidas, las vivencias desagradables representan el 23 % de las historias mencionadas en 10 estudios diferentes, reza el artículo.
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