La obesidad es una de las epidemias de salud más preocupantes en Estados Unidos, y los perros y gatos no se escapan del problema.
Datos de la Asociación para la Prevención de la Obesidad de las Mascotas (petobesityprevention.org) del año pasado señalan que el 53.8 por ciento de la población canina doméstica en los hogares del país está obesa o tiene sobrepeso, mientras que el porcentaje para los gatos es menos alentador, ya que alcanza el 58.2 por ciento.
“El problema es bastante serio”, dice la doctora en veterinaria Amy Raines, vinculada al Departamento de Cuidado y Control de Animales del Condado de Los Ángeles. “Y las razones son las mismas que se aplican al alta índice de obesidad en la gente: comen más de lo que necesitan y hacen menos ejercicio del que necesitan”.
Estos dos malos hábitos repercuten negativamente en la salud de las mascotas.
“Los veterinarios estamos viendo cada vez más perros y gatos obesos y con los mismos problemas de salud que se reportan en las personas: diabetes, enfermedades del corazón, artritis, problemas en de la tiroides y demás afecciones relacionadas con el exceso de peso”, señala la doctora en veterinaria. “La obesidad en las mascotas es un reflejo del problema actual de la obesidad de los humanos, ya que por lo general sus dueños también están pasados de peso”, resalta la Dra. Raines.
Pero la gran diferencia entre el sobrepeso de las mascotas y la de sus amos es que los animales no tienen la facultad de controlar su peso, dependen directamente de la calidad de los alimentos que se les proporciona y de las porciones que se les sirve. Es decir, que la responsabilidad de mantener a la mascota en su peso correcto recae directamente en sus dueños.
El problema refleja también la vida sedentaria que sus propietarios llevan.
“Si sus amos son ‘couch potatoes’, sus mascotas por consiguiente suben de peso ya que no tienen quién las saque de casa a caminar, correr, hacer ejercicio”, agrega la especialista en la medicina veterinaria.
Todo dueño responsable debe tomarse el tiempo de leer las indicaciones que los empaques de los alimentos para mascotas traen en su respaldo. Foto: Twitter.
Todo dueño responsable debe tomarse el tiempo de leer las indicaciones que los empaques de los alimentos para mascotas traen en su respaldo. Foto: Twitter.
EL EXCESO DE COMIDA
La carencia de ejercicio, aunada con el exceso de comida que las mascotas ingieren a diario, genera el problema.
“El mal hábito que los amos tienen de no medir las tazas correctas de la comida que se le debe servir al canino de acuerdo con el peso que deben tener provoca la obesidad”, denota la Dra. Raines.
Todo dueño responsable debe tomarse el tiempo de leer las indicaciones que los empaques de los alimentos para mascotas traen en su respaldo, sino quieren que los integrantes de la familia de cuatro patas sean obesos y padezcan de los males médicos que ésta provoca.
Las calorías de la cantidad de galletas u otras golosinas especiales que se les da a los perros y gatos durante el día afectan también su peso, al igual que el mal hábito de compartir con ellos los alimentos que se sirven a los humanos o acostumbrarlos a que sean la aspiradora de todo lo que se caiga de la mesa.
Se estima que, por regla general, las mascotas cuyos amos no las alimentan correctamente ni las ponen a hacer ejercicio están gordas u obesas cuando alcanzan los 5 o 6 años de edad.
RECOMENDACIONES
Para prevenir el problema de sobrepeso y obesidad en las mascotas, la doctora en veterinaria Amy Raines recomienda:
Alimentar al perro o gato con la comida y las porciones recomendadas de acuerdo con su tamaño y edad. Para facilitar esto, las compañías productoras de alimentos para mascotas incluyen en sus envolturas la dosis de comida vitaminada y mineralizada que debe dárseles a diario a un perro o gato en sus primeros meses de vida, edad mediana, adultez y vejez.
Sacar a los perrros a diario a hacer ejercicio. Este hábito no solo prevendrá la obesidad en el canino sino también la hiperactividad.
A la hora que toda la familia está sentada a la mesa comiendo, tener trozos de zanahoria o de manzana picada para darle a la mascota cuando está a la espera de que alguien le ponga en la boca un trozo de carne u otros alimentos que se están ingiriendo.
Mantener el control la cantidad de galletas y otras golosinas que se le dan.
Si el canino tiene problemas de movilidad, precisamente por el problema de obesidad, ponerlo en una dieta supervisada por un veterinario.