YouTube, la página a la que todos acudimos para ver videos de recetas, lecciones de maquillaje, conciertos, animales enternecedores y otros de la misma importancia vital, fue creado con un objetivo totalmente distinto. Uno de sus fundadores, Steve Chen, reveló que su idea original fue crear una página para citas, escribe ‘The Guardian’. Es decir, ni más ni menos que un Tinder con videos.
“Pensamos que crear una página de videos de citas era lo más lógico”, comentó Chen durante una conferencia. Los usuarios debían filmarse y subir el video junto con comentarios sobre sus intereses y especificando cómo les gustaría que fuera su pareja.
Pero tras cinco días en la Red sin que nadie subiera ningún video, los fundadores abrieron YouTube para todo tipo de contenido y nació la plataforma tal y como la conocemos hoy.
Y posiblemente su decisión fue la correcta. Porque es muy probable que YouTube hubiera terminado siendo un sitio en el que los usuarios comentaran los videos sin ninguna intención de quedar con el autor. O incluso expresando explícitamente sus deseos de no quedar con él. Y, ¿quién necesita realmente una web así?
Fuente: RT