Una de los mitos más comunes en países de Latinoamérica como México, Argentina, Chile, Perú, Venezuela, y también en Europa -como Grecia y España- es la del martes 13 y la supuesta mala suerte que rodea a este día.
El refrán ‘ni te cases, ni te embarques, ni de tu casa de apartes’ es muy utilizado en martes 13, pero, ¿de dónde proviene esta superstición?
Este mito, sin ningún fundamento científico, viene de la conjunción de dos supersticiones: el martes como el día del planeta Marte -dios de la guerra, violencia y desgracias-; y el número 13 como la carta del Tarot de la muerte, la Última Cena, el capítulo del Anticristo en el Apocalipsis y hasta leyendas nórdicas del Valhalla.
MARTES
En la mitología griega y romana, el dios de la guerra que tenía su representación en el planeta Marte y por lo tanto en el día martes de la semana, es un referente a la destrucción, las desgracias, la maldad; por lo que este día es propicio para que sucedan cosas malas.
Otra de las supersticiones apunta que tanto la caída de Constantinopla (29 de mayo de 1453) y la destrucción de la Torre de Babel, fueron en martes y ambos acontecimientos significaron un cambio radical en la humanidad.
NÚMERO 13
Este número se ha considerado como ‘maligno’ desde la antigüedad, comenzando por la Última Cena, donde entre Jesús y los 12 apóstoles daba un total de 13 personas, siendo Judas el número trece y el que traicionó a Jesús.
Otro de los señalamientos se da por la carta número 13 del Tarot, que representa a la muerte.
En el banquete del Valhalla -el fin del mundo nórdico- el invitado número 13 fue el dios Loki, espíritu de la pelea y el mal.
En la biblia el capítulo 13 del Apocalipsis habla de la llegada del Anticristo a la tierra.
Es tanta la superstición alrededor de este número que existe una fobia, llamada trezidavamartiofobia, y quienes padecen esto tienen un miedo a este número, por lo que muchos aviones no tienen la fila 13 u hoteles omiten el piso 13 en sus edificios.
Al final de cuentas estos mitos son meras supersticiones que han pasado gracias a la tradición oral por generaciones.
Por supuesto que existe mucha gente que es ferviente creyente de que este día tiene una connotación negativa, como en nuestro país que varias personas acuden a lugares de ‘brujería’ para realizarse limpias o comprar velas para alejar las energías negativas.