En la India, un extraño ritual religioso que se practica desde hace cerca de 700 años divide a la sociedad. Por un lado están quienes creen fervientemente en sus efectos y por otro quienes lo desaprueban.
Las familias hindúes y musulmanas de los pueblos rurales de la India cuentan con un ritual muy popular pero a la vez peligroso: lanzar a un bebé desde una altura de 9 metros sobre una sábana. Según ‘The New York Times’, se trata de una costumbre muy popular que se practica desde hace casi 700 años, principalmente en los estados de Maharashtra y Karnataka.
El ritual surgió en una época de muchas enfermedades en la que el índice de mortalidad infantil era muy alto y el conocimiento médico escaso. El mismo nació de una leyenda sobre un sabio que aconsejó a las personas que para evitar que sus hijos enfermos murieran debían construir un templo y lanzar del techo a los bebés como prueba de fe ante el todopoderoso. La historia narra que cuando la gente lanzaba a sus hijos, una hamaca aparecía milagrosamente en el aire y salvaba a los niños.
A partir de entonces, los padres han adoptado la promesa de lanzar a sus niños recién nacidos (incluso sanos) como una ofrenda a Dios. Las personas tienen la creencia de que este ritual les asegura a sus hijos larga vida y buena suerte.
El veto
Sin embargo, en 2009 un video grabado en el pueblo de Solapur, estado de Maharashtra, desató la polémica. Las autoridades intervinieron, prohibiendo la ejecución de este ritual. “No permitiremos la realización de este tipo de prácticas supersticiosas”, aseguró G. Mohanty, un funcionario de la Comisión Nacional de Protección de los Derechos de los Niños de la India. “Deben estar realmente asustados y nadie sabe cómo afectará esto a su estado mental”, declaró.
En la actualidad es una práctica ilegal. Las autoridades de Solapur han informado que no han recibido reportes de su ejecución desde 2010. Sin embargo, muchos afirman que se continúa practicando en pequeñas poblaciones. “Es una costumbre que se mantiene a través de los años, en la que se lanza a los niños a partir de los dos meses de edad. Es una tradición”, afirmó un hombre que aseguró haber sido testigo de la ejecución de este ritual en la población de Mangasuli, en abril de 2016.
Fuente: RT