Jason Thompson, un canadiense de 39 años, reportó a través de redes sociales el abuso de autoridad que sufrieron él y su hijo mientras viajaban en autobús el pasado martes 15 de marzo, informó Buzzfeed.
Ambos subieron al vehículo en la estación de Victoria Park, pero minutos después, el chofer se detuvo y comunicó a los pasajeros que debían esperar, sin dar más explicaciones.
El padre preguntó si podía bajar pero el conductor se negó. Poco después, una pareja de policías subió al camión y fueron directamente con él y Javier, de apenas 4 años.
“¿Este es su hijo?”, le preguntaron. Por supuesto, Thompson respondió que sí.
Luego lo llevaron a la parte trasera del autobús y le expresaron que alguien los había llamado porque tenían sospechas de un posible secuestro, pues el niño era de distinto tono de piel.
Abrumado, el hombre explicó que esto se debe a que el niño es albino, a pesar de tener genes jamaicanos. Y lo mismo ocurre con su mujer, también albina, pero de origen indio.
“Él no heredo la palidez de sus padres, pero sí el color de sus abuelos”, dijo.
Las autoridades se disculparon y lo dejaron ir. No obstante, Thompson se quejó en Facebook de que alguien haya llamado a la policía por la indiferencia hacia la piel morena.