El pasado 26 de diciembre los habitantes de Launceston (Tasmania, Australia) amanecieron sobresaltados cuando contemplaron cómo un lobo marino recorrió el lugar durante varias horas, informa The Sydney Morning Herald.
Los ciudadanos de esa localidad ubicada a 50 kilómetros del mar contemplaron como este animal se subió sobre dos coches, que quedaron dañados por sus alrededor de 200 kilogramos de peso.
Varios representantes del Departamento de Parques y Vida Salvaje de Australia disparaon dardos tranquilizantes al mamífero, que se quedó dormido en un lugar próximo a los vehículos. En cuando supere la revisión médica pertinente, quedará en libertad.
RT Noticias