Una pelea que se originó bajo la influencia de bebidas alcohólicas terminó con la vida de un danés de 57 años de edad a manos de su hermano menor.
El homicida fue encontrado culpable de un “acto violento que conduce a la muerte” por las acciones ocurridas en noviembre del año pasado.
Tras una discusión, el criminal obligó a su hermano a deglutir varias papas, lo cual le provocó asfixia. También le propinó varios golpes tanto en el cuello como en la cabeza, de acuerdo a las autoridades.
El inculpado alegó que su hermano resultó asfixiado por accidente o “intento suicidarse” después de la discusión, explicación que no convenció al jurado.