Mientras la NASA se enfrenta a la cancelación de 41 misiones, China está haciendo auténticas virguerías en el espacio

La sonda Tianwen-2 es la primera de las lanzadas por China con propulsión iónica. No solo va camino de un asteroide cercano para traer muestras a la Tierra: su viaje de una década también incluye explorar un cometa del cinturón principal, lo más lejos que habrá llegado una nave china.

China no da tregua. Justo cuando la NASA espera recortes del 24% de su presupuesto y la cancelación de 41 misiones espaciales, China ha puesto en marcha un programa científico extraordinariamente ambicioso que la llevará por todo el sistema solar a lo largo de las próximas décadas.

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Las misiones robóticas Tianwen, que son solo una parte de estos planes, se centran en explorar y traer muestras de otros mundos. Tianwen-1 desplegó el 22 de mayo de 2021 el primer rover chino en la superficie de Marte. Tianwen-2 traerá las primeras muestras de la miniluna Kamo’oalewa a finales de 2027. Tianwen-3 aprovechará lo aprendido en las misiones previas para traer muestras de suelo marciano, un hito que la administración espacial china espera conseguir antes que Estados Unidos. Tianwen-4 explorará Júpiter y una de sus lunas.

Doble objetivo. La sonda Tianwen-2 despegó a bordo de un cohete CZ-3B desde el Centro Espacial de Xichang el pasado 28 de mayo. Tras desplegar con éxito sus paneles solares circulares y realizar una maniobra de escape, se dirige al asteroide 469219 Kamo’oalewa, con el que se encontrará por primera vez el 4 de julio de 2026, y que explorará de cerca hasta abril del año siguiente.

En noviembre de 2027, después de soltar en la Tierra la cápsula de reentrada con muestras del asteroide, Tianwen-2 seguirá su camino hacia su segundo objetivo: 311P/2013 P5 (PANSTARRS). Se trata de un cometa del cinturón principal, un objeto activo con la órbita de un asteroide y el aspecto de un cometa que la nave china planea alcanzar en 2035.

Tachando tareas pendientes. De conseguir sus objetivos, Tianwen-2 no será la primera misión espacial en traer muestras de un asteroide (Japón lo ha hecho dos veces y Estados Unidos lo consiguió en 2023 con el asteroide Bennu), ni la primera sonda en explorar un cometa (la Agencia Espacial Europea aterrizó en el cometa 67P en 2014), pero sí la primera en hacer ambas cosas.

La administración espacial de China está aprovechando su experiencia previa para seguir tachando tareas pendientes de la lista: la misión Chang’e 2 visitó un asteroide en 2012 y las misiones Chang’e 5 y Chang’e 6 trajeron muestras de la cara visible y la cara oculta de la Luna, respectivamente. Al moverse tan rápido, China empieza a adelantar al resto de naciones en algunos de estos hitos, como en el caso de las muestras de la cara oculta de la Luna.

Qué tienen de especial estos objetivos. Tianwen-2 no solo servirá para preparar la recuperación de muestras de Marte. Kamo’oalewa es un objeto interesante en sí por ser una miniluna, un diminuto cuasi-satélite que gira alrededor del Sol en una órbita cercana y similar a la de la Tierra, por lo que se cree que puede ser un fragmento de la verdadera Luna.

Tianwen-2 desplegará dos pequeños robots: un nanoorbitador y un nanoaterrizador que realizarán detecciones de cerca. Luego, sin llegar a aterrizar, tomará muestras del asteroide con un tubo extensible y una pequeña rueda excavadora para traerlas a la Tierra. A continuación, aprovechará la asistencia gravitatoria de la Tierra para viajar hacia el extraño cometa, que en fotos del telescopio Hubble aparece con seis colas.

Será la sonda china que más se aleje del Sol hasta la llegada de Tianwen-4 a Júpiter. Una segunda sonda, lanzada al mismo tiempo 2029, llegará a Urano en 2045. Pero China planea llegar todavía más lejos con dos misiones a Neptuno, cuyo lanzamiento está previsto para 2029 y 2033, con la diferencia de que la segunda desplegaría una sonda atmosférica en su luna Tritón.


Source: Crealo