Un gato berlinés llamado Miko se reunió con su dueña tras siete años desaparecido, según anunció hoy una organización local de protección de animales. Con ello, la familia consiguió un inesperado regalo de Navidad, pues jamás hubieran esperado que su preciado gato volviera a casa.
“Lo reconocí inmediatamente”, dijo Elena Hanke, la propietaria del animal, que hoy tiene 18 años.
“Siempre fue muy confiado”, explicó la joven, que tenía 11 años cuando Miko salió al jardín y no regresó.
Miko, un gato macho blanco y negro, apareció en el descansillo de una casa en el barrio berlinés de Kreuzberg. El chip que le implantaron permitió su reconocimiento.
Entre tanto, Hanke ha tenido otro gato, que murió. Así que en la casa no faltan los accesorios necesarios para su aclimatación.
Hanke no se plantea encerrarlo de por vida para evitar otra desaparición: “Asumiremos el riesgo” de dejarlo salir de casa.
Sin Embargo