Una pasajera china a la que la seguridad del aeropuerto de Beijing le impedía embarcar en un avión con una botella de lujoso coñac decidió no desperdiciar el licor y bebérselo de una sentada, aunque ello le ocasionó tal borrachera que al final se le impidió tomar el vuelo, informa el diario Beijing Times.
La mujer, identificada sólo como Zhao, portaba una botella de coñac francés Rémy Martin de 200 dólares en su equipaje de mano, por lo que al llegar al control de seguridad, y siguiendo los procedimientos habituales en la mayoría de los aeropuertos de todo el mundo, se le informó de que no podía pasar con ella a la zona de embarque y debía dejarla allí.
Zhao, de unos 40 años, optó por no desprenderse de su cara adquisición -al parecer la había comprado en un aeropuerto de EU- y se la bebió allí mismo, por lo que minutos después el personal del aeropuerto la encontró tirada en el suelo, llorando y gritando.
Estaba tan ebria que no podía sostenerse en pie, así que la llevamos en silla de ruedas a un cuarto para que descansara”, relató uno de los policías que atendió a la mujer en el suceso, ocurrido el pasado viernes.
Ante esa actitud, el capitán del avión en el que debía viajar Zhao, y que cubría la ruta entre Beijing y la ciudad suroriental de Wenzhou, se negó a que la mujer embarcara por temor a que pudiera afectar a la seguridad del resto de los pasajeros.
La mujer despertó de su estado alcohólico horas después, agradeció a los policías que cuidaran de ella y se puso en contacto con sus familiares para que la llevaran a casa.
Excélsior