Estados Unidos. Corey Maison es una niña transgénero de 14 años originaria de Carolina del Norte.
Su historia se dio a conocer por la fotógrafa Meg Bitton quien manifestó su indignación por una ley que obliga a las personas transexuales a utilizar sanitarios que correspondan a su sexo biológico.
“Debemos ser justos, amables, empáticos. Tratar a los demás como nos gustaría que nos trataran”, señaló Bitton.
La historia
Maison tenía 11 años de edad cuando descubrió lo que realmente era: una niña atrapada en el cuerpo de niño, razón por la cual sufrió una sistemática agresión escolar (bullying), lo que la obligó a salirse de la escuela cuando estaba en el quinto grado.
Un día mientras Maison veía videos de la historia de Jazz Jennings (adolescente transgénero que comenzó su transformación a los seis años), descubrió que su caso era similar, por lo que sabía lo que tenía que hacer.
“Mamá, soy como ella, soy una chica”, dijo en su momento a su mamá Erica Maison.
Erica narra que al escuchar eso, comenzaron a buscar información sobre la transición que Corey debía realizar.
Tras dos años de espera, Corey comenzó su tratamiento de supresión de pubertad a base de hormonas, el cual tiene un costo aproximado de 21 mil dólares.
Su madre grabó y compartió el momento en que regala a su hija, su primera dosis del fármaco, algo que para Corey fue sumamente emotivo.
“Creo que uno de los temas más grandes de nuestra sociedad, es que la gente no entiende lo que es ser transgénero. Quiero que la gente vea este video y observe la auténtica reacción de una niña transgénero que finalmente podrá vivir la vida del modo que siente. Yo les aseguro que a ningún niño le gustaría que se rieran de él por eso. Ninguno escogería ser transgénero, ya que esto es una condición de nacimiento al 100%”, explica la madre.
Información de Vanguardia