Un artículo satírico, que afirmaba que la reina Isabel II confirmó que sería capaz de matar al presidente Donald Trump con total impunidad durante su esperada visita al país a finales de este año, ha reanudado un debate real sobre si la monarca británica está por encima de la ley, informa ‘International Business Times’.
La historia apareció por primera vez este martes en la web satírica británica ‘The Daily Mash’, donde se afirmaba que la oficina de la reina Isabel II publicó una declaración confirmando su capacidad de matar a Trump con una espada sin repercusiones legales porque “Trump es un sujeto de la Corona” y agregando que no se le ocurre ninguna razón “para no hacerlo”.
Si bien se trata de un artículo satírico, ‘International Business Times’ recuerda que existe un debate real sobre si la monarca de Inglaterra puede ser juzgada en los tribunales del país.
El debate
Según explica este medio, todo el sistema legal y la aplicación de la ley del Reino Unido se basan en la autoridad de la monarca, mientras que el liderazgo policial de Londres es nombrado por la propia reina y los oficiales juran “servir a la reina”, lo que resulta en una complicada situación legal.
Todos los casos que aparecen en la corte de la Corona se titulan “La Corona contra…” y son juzgados como tales, lo cual significa que técnicamente la reina Isabel podría a la vez “perseguirse y defenderse a sí misma”.
La reina de Inglaterra, casi disparada por su propio guardia
Por su parte, Guy Croydon, un experto con experiencia en la policía, señaló a la emisora LBC de Londres que, incluso en el caso de un asesinato, las autoridades no podrían detener a la reina, ya que “en teoría, podría hacer lo que quisiera”.
Por otro lado, bajo la Ley de Procedimientos de la Corona de 1947, la reina está sujeta a procedimientos civiles. Aunque no podría ser juzgada o arrestada, podría ser demandada por matar al líder estadounidense, y también probablemente tendría repercusiones en el Parlamento por sus acciones. En definitiva, ‘International Business Times’ concluye que el sistema legislativo del Reino Unido tiene la capacidad de despojarla de su título, pero no de acusarla retroactivamente de un acto criminal cometido durante su reinado.
Fuente: RT