El nuevo Hulk se encuentra en Sao Paulo, Brazil, su nombre es Valdir Segato y sus enormes bíceps miden casi 60 centímetros, pero estos no han sido logrados a base de puro ejercicio sino como resultado de inyecciones dolorosas Synthol.
Este Hulk de 48 años de edad, indicó que sus brazos se han duplicado en tamaño después de que comenzó la inyección de la sustancia de aceite potencialmente letal, desde hace cinco años y ahora quiere ser todavía más grande, sin importar poner en riesgo su salud.
Valdir Segato, dijo que se inspira en la musculatura de Arnold Schwarzenegger y en personajes de ficción como The Hulk y He-Man, mientras se enorgullece de ser conocido localmente en la calle como ‘El Monstruo’.
Mientras que en su empleo, donde se desempeña como trabajador de construcciones, dijo que sus compañeros, “Me llaman Hulk, Schwarzenegger y He-Man todo el tiempo y eso me gusta”, y asegura que “He duplicado mi bíceps, pero todavía quiero ser más grande”.
Este nuevo Hulk, relató que en su juventud era un adicto a las drogas, flaco, descarnado y perdió tanto peso que en ese tiempo lo llamaban ‘perro flaco ‘, “Me involucré con las drogas y empecé a perder peso debido a que no comía y a llevar una vida equivocada.
Segato, al dejar las drogas se unió a un gimnasio, pero quería efectos más extremos de lo que podía lograr con el puro ejercicio, entonces le ofrecieron Synthol por alguien en el gimnasio. Debido a su personalidad adictiva, pronto se convirtió en adicto a la sustancia muscular, que se inyecta en su bíceps, pecho y hombros, pero acepta que el aceite no lo hace más fuerte.
A pesar de que este ‘Hulk’ se le ha advertido que se enfrenta a problemas graves, incluyendo la amputación, si continúa utilizando Synthol, como fue el caso de su compatriota Romario Dos Santos Alves, quien tuvo que ‘desinflarse’, Valdir Segato no pretende dejarlo, “Los médicos me dicen que deje de inyectarme, los consejos que dan es que deje de consumir, (el Synthol), pero es mi decisión de usarlo porque quiero, porque me gusta”.
Irónicamente, lejos de sus músculos inflados que hacen de él un imán para las mujeres, ha tenido realmente grandes damas dificultades para atraerlas, “Sí, quiero llamar la atención, pero la gente parece tener miedo de acercarse a mí, creo que ese es el problema”, y señala que solo consigue miradas extrañas en la calle y también se burla de los niños, “Lo peor es cuando la gente se para y me llaman cosa fea. Pero no me importa lo que diga la gente, si me gusta a mí mismo, con eso es suficiente “, finalizó.
Información de Agencias