El Tribunal Supremo de Kenia decidió este jueves permitir los exámenes rectales para determinar la orientación sexual de personas sospechosas de homosexualidad, informó la Agencia AP.
Dos hombres que están siendo juzgados por mantener relaciones habían denunciado esta práctica argumentando que equivalía a una tortura y a un tratamiento degradante.
Sin embargo, el juez del Supremo Mathew Emukule ha dicho que los exámenes rectales no suponen una violación de sus derechos o de la legislación, afirmando que están suficientemente justificados para recabar pruebas.
«No veo que haya una violación de la dignidad humana, el derecho a la privacidad ni el derecho a la libertad de los demandantes. La petición no tiene base y es rechazada», ha dicho.
Las autoridades del país africano argumentan que estos exámenes permiten determinar el tono del esfínter, lo que ayudaría a sacar conclusiones sobre si los hombres han mantenido relaciones homosexuales, lo que es rechazado por numerosas ONG, que dicen que no tiene sustento científico.
En este sentido, la organización no gubernamental Amnistía Internacional (AI) ha dicho que el fallo del tribunal «no sólo es inaceptable, sino también sorprendente por su indiferencia con las obligaciones (del país) con los Derechos Humanos».
«Los exámenes anales forzosos a hombres sospechosos de mantener relaciones homosexuales son aberrantes y violan la prohibición de torturas y otros malos tratos bajo el Derecho Internacional», ha dicho el director de AI para África Oriental, el Cuerno de África y los Grandes Lagos, Muthoni Wanyeki.
«Además, son absurdos, ya que no es tarea del Gobierno demostrar o descartar una actividad homosexual consentida. Es una violación del derecho a la privacidad», ha remachado.