El estadounidense Otis Johnson pasó los últimos 44 años en prisión por haber intentado matar a un policía en 1971. El mundo del siglo XXI se convirtió para él en un verdadero desafío porque perdió el contacto con toda su familia, pero también le sorprenden las nuevas tecnologías que encuentra a cada paso.
Recientemente liberado, Otis Johnson solo tenía 25 años cuando lo condenaron, y ahora tiene 69. Periodistas del canal Al Jazeera lo acompañaron en su paseo por Times Square en Nueva York para grabar sus impresiones sobre la ciudad contemporánea.
“Noté que casi todo el mundo hablaba consigo mismo. Pero los miré de cerca y vi que llevaban unas cosas en los oídos, ‘iPhones’, lo llaman. Primero pensé que todos se habían convertido en agentes de la CIA”, confiesa Johnson.
Uno de los aspectos del mundo actual que más le sorprende es hasta qué punto las tecnologías han penetrado en la vida cotidiana.
Señalando a las numerosas pantallas luminosas de la plaza neoyorquina recuerda que en su época eran ventanas desde las que los ciudadanos observaban la calle.
“Algunas personas ni siquiera miran por dónde van, y no entiendo cómo logran caminar a la vez que hablan por el teléfono sin ver dónde ponen los pies”, dice.
Le divierte también la variedad de productos que hay en los supermercados, productos que el llama “locos”, como los nuevos tipos de mantequilla de maní y “líquidos de colores”.
Otis Johnson se va acostumbrando poco a poco a vivir en estas nuevas condiciones y le gusta observar a la gente en los lugares públicos, pero eso no aplaca la soledad que siente al no poder hablar con su familia, con quien perdió todo contacto en 1998.
RT Noticias